Frases seleccionadas del
Cardenal Eduardo Pironio

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Acción - Ficha nro: 2 (ord: 1)
Cuando se amontonan tantas cosas y uno no sabe por donde comenzar, yo digo: tengo que comenzar y nada más. Tengo que tratar de hacerlo bien, no puedo estar llorando sobre las ruinas. Tengo que vivir el momento presente; es la única forma de tener paz. Este es el hoy.
Consagrados en la Iglesia ---

Alegría - Ficha nro: 5 (ord: 2)
La posibilidad de la Alegría supone una visión cristiana del dolor y una aceptación positiva de la fecundidad de la cruz. No es simplemente la resignación pasiva ante el sufrimiento. Es la seguridad divina de que nuestra tristeza se convertirá en Alegría. -(Jn 16,20)
Alegría cristiana. ---

Alegría - Ficha nro: 6 (ord: 3)
No se trata de una alegría superficial y pasajera ( que suele coincidir con un éxito inmediato), sino de una alegría honda y eterna que sólo nace de la cruz y que es fruto del amor de Dios derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha sido dado (Rom. 5,5) ' El fruto del Espíritu es amor, alegría y paz' (Gal. 5,22).
Alegres en la esperanza ---

Alegría - Ficha nro: 7 (ord: 4)
El hombre triste en un hombre replegado, no vive para los demás. Lo doloroso es que no siente que Dios vive para él.
Reflexiones pastorales sobre el hombre nuevo ---

Alegría - Ficha nro: 11 (ord: 5)
No con una felicidad superficial e improvisada, sino con la alegría honda, contagiosa e inadmisible , de quien ha experimentado que Dios es amor y está cercano.-
Alegres en la esperanza ---

Alegría - Ficha nro: 12 (ord: 6)
..la alegría es fruto y signo del amor y de la proximidad e intimidad del Señor.
María y los pobres ---

Alegría - Ficha nro: 14 (ord: 7)
La alegría supone una experiencia profunda del inalterable amor del Padre, de su fidelidad, de su misericordia. Es la fuente de la alegría en Cristo: ' El padre me ama'. Cristo tiene conciencia del amor del Padre; eso le comunica serenidad y fuerza aún en los momentos mas duros de Getsemani',
Alegría Cristiana ---

Alegría - Ficha nro: 15 (ord: 8)
La posibilidad de la Alegría supone una visión cristiana del dolor y una aceptación positiva de la fecundidad de la cruz. No es simplemente la resignación pasiva ante el sufrimiento. Es la seguridad divina de que nuestra 'tristeza ' se convertirá en Alegría ( Jn. 16,20).
Alegría Cristiana. ---

Alegría - Ficha nro: 16 (ord: 9)
'¡La Alegría! Es una de las realidades cristianas que han desaparecido de nuestro mundo ' secularizado', de nuestro mundo 'divertido'. Quizás porque hemos 'superfícializado' las cosas y 'vaciado' de cruz el cristianismo. Fundamentalmente porque hemos negado ' el amor ' y olvidado 'el Espíritu Santo'. La alegría es fruto del amor que ha sido derramado en nosotros por el Espíritu Santo que nos ha sido dado ( Rom.5,5; Gal 5,22 ).
El Hombre Nuevo en América Latina ---

Alegría - Ficha nro: 17 (ord: 10)
' Estad siempre alegres' ( I Tes V , 16 ) El mundo es especialmente triste y tiene necesidad de nuestra alegría. El mejor testimonio de una vida cristiana auténtica es la plenitud de su gozo. Las almas que viven en Dios dejan siempre una impresión de serenidad; de optimismo y de alegría inmutables. No es la alegría de la dispersión o del bullicio- alegría temperamental, pasajera y contradictoria - sino la alegría solemne del recogimiento.
Vida espiritual del Laico ---

Alegría - Ficha nro: 18 (ord: 11)
La alegría es el perfecto descanso en el Bien Sumo ( Santo Tomás). Cuando uno ama una cosa, cuando la descubre como buena y la logra se siente feliz. Cuando se ha deseado largamente una cosa y al final se alcanza, se siente uno, al menos provisoriamente feliz. Provisoriamente porque siempre tiene el riesgo de que ese bien se puede perder. Cuando una persona a la que se quiere muchísimo y estaba lejos se ha hecho presente, se siente felicidad, descansa el corazón.
Consagrado en la Iglesia ---

Alegría - Ficha nro: 19 (ord: 12)
¿Es posible, en medio de frecuentes contradicciones y dificultades, de la experiencia de fínitud y muerte, de miseria y de fracaso, de desilusión y de sufrimiento, hablar de Alegría, esperar la Alegría, cantar la Alegría? Es precisamente en medio de las dificultades cuando nuestros contemporáneos tienen necesidad de conocer la Alegría, de escuchar su canto.
Alegres en la esperanza ---

Alegría - Ficha nro: 20 (ord: 13)
'Estad siempre alegres' (I Tes. 5,16) El mundo es especialmente triste y tiene necesidad de nuestra alegría. El mejor testimonio de una vida cristiana auténtica es la plenitud de su gozo. Las almas que viven en Dios dejan siempre una impresión de serenidad, de optimismo y de alegría inmutables. No es la alegría de la dispersión o del bullicio - alegría temperamental, pasajera y contradictoria - sino la alegría solemne del recogimiento.
Vida espiritual del Laico ---

Alegría - Ficha nro: 21 (ord: 14)
La alegría va unida a la esperanza. 'Alegres en la esperanza' (Rom. 12,12). Como va unida a la sinceridad del amor: ' Amaos sin fingimiento'. La alegría es certeza de que Jesús viene y está cerca ( Fil.4,5) Es por eso la alegría de su presencia y de su vuelta. La alegría del cristiano no es rechazo de la cruz. Al contrario, si es honda y verdadera, nace de ella. Tampoco es cómoda y superficial evasión de la realidad que sacude y lastima. Es una convicción muy fuerte e inconmovible de que la salvación ha llegado.
El Hombre Nuevo en América Latina ---

Alegría - Ficha nro: 22 (ord: 15)
El signo más claro de la presencia del E.S. en el alma es una alegría serena, contagiosa. Pablo hablando en su carta a los Galatos ( 5,22), de los frutos del Espíritu dice:

'Los frutos del Espíritu son estos: caridad, amor, alegría y paz'. Vivir la consagración no como lamentándose o doliéndose por lo perdido o añorando lo que se ha dejado, sino con la alegría de la donación y del encuentro, porque cuando uno se entrega al Señor en la vida consagrada tiene la alegría de quien da. Muchas veces nos sentimos felices cuando damos algo y nos sentimos inmensamente felices cuando encontramos Todo.

Consagrados en la Iglesia ---

Alegría - Ficha nro: 24 (ord: 16)
Con frecuencia la tristeza nace en nosotros porque nos sentimos solos o porque experimentamos la esterilidad de nuestro trabajo y el vacio de nuestra vida. Pero ahí está Jesús para llenarla, ahí esta su cruz pascual para darle fecundidad y sentido. Encontrar a Jesús es haber encontrado el verdadero maestro de la alegría. Su mensaje no es de muerte, sino de vida: 'Vine para que tengan Vida y la tengan en abundancia' ( Jn . 10,10)
Sin referencia ---

Alegría - Ficha nro: 25 (ord: 17)
La alegría es fruto del amor que el Espíritu Santo derramó en nuestros corazones (Rom.5,5).
Alegres en la Esperanza ---

Amistad - Ficha nro: 27 (ord: 18)
Toda amistad es un encuentro consigo mismo en la persona del amigo. Pero no es un encuentro egoísta. Amamos el bien del amigo y su persona, no su utilidad o su deleite.
Escritos Pastorales ---

Amistad - Ficha nro: 28 (ord: 19)
La amistad no es posible en las almas mediocres. Porque la primera condición de la amistad es el desinterés y el sacrificio.
Escritos Pastorales ---

Amistad - Ficha nro: 29 (ord: 20)
Solamente las almas grandes -que aman el bien de la virtud y lo transparentan - son sujetos de la amistad verdadera. Los que viven con plenitud la vida del Espíritu son aptos para la amistad. Y la amistad es necesaria para ellos. Solamente los buenos son simplemente amigos. Los demás lo son por analogía.
Escritos Pastorales ---

Amistad - Ficha nro: 30 (ord: 21)
Solamente las almas grandes -que aman el bien de la virtud y lo transparentan - son sujetos de la amistad verdadera. Los que viven con plenitud la vida del Espíritu - sabiduría filosófica o bien moral- son aptos para la amistad. Y la amistad es necesaria para ellos. Solamente los buenos son simplemente amigos. Los demás lo son por analogía. (VIII Ethic 4) La amistad no es posible en las almas mediocres. Porque la primera condición de la amistad es el desinterés y el sacrificio. Lo que caracteriza esencialmente el amor de amistad es la generosidad de la -benevolencia-. La amistad es un amor recíproco pero mas propio de la amistad es amar que ser amado. Por consiguiente, la verdadera dignidad del amigo se mide por la intensidad con que ama. Además, la amistad creadora del bien de la virtud: los amigos se hacen cotidianamente mejores por la convivencia virtuosa.
Cristo entre los hombres, esperanza de gloria ---

Amistad - Ficha nro: 31 (ord: 22)
Qué bueno es encontrar una persona amiga que se ponga a nuestro lado, que lo haga el gesto de ir caminando con nosotros. Alguien que nos escuche; que nos diga una palabra de luz en medio de la noche, que rompa nuestra soledad vacía para impulsarnos a la Comunión, a la Fraternidad, a lo Solidaridad, a la Participación. Es necesario encontrar en la vida una persona amiga que vaya a nuestro lado diciéndonos palabras de esperanza.
Construyamos una patria de Hermanos ---

Amistad - Ficha nro: 32 (ord: 23)
¡Cuanto bien nos hace encontrar a alguien que nos llama ' amigo'! Alguien al que sentimos verdaderamente muy cerca y muy adentro; porque nos comprende, porque nos ayuda y sobre todo, porque se nos da. El amigo es aquél que no nos da cosas sino que se nos da él mismo, que se nos abre. Hace falta en muchos el pan de la amistad. Hay mucha gente que está demasiado sola. Tal vez nosotros tengamos la culpa. No vive el que no tiene el pan bueno en la mesa, el pan material.No vive el que no tiene el pan de la verdad y de la cultura en su inteligencia. No vive el que no experimenta la cercanía de la amistad , aquel que carece del pan del amor, del pan de la amistad. Hace falta el pan de la palabra. De la palabra con minúscula, que es nuestra palabra sencilla, sincera, fraterna. Palabra que decimos el hermano para animarlo'.
Meditaciones para Semana Santa ---

Amistad - Ficha nro: 33 (ord: 24)
Si para el amigo fuera mejor el bien de la separación y de la ausencia , un viaje que espiritualmente lo enriquece o un puesto que lo privilegia, se lo deseamos, aunque nos duela. Saber arrancamos del amigo para que triunfe es signo de amistad verdadera. Cuando lo apresamos para que no se aleje, pecamos por egoísmo de utilidad o deleite.
Cristo entre los hombres, esperanza de gloria ---

Amistad - Ficha nro: 35 (ord: 25)
La amistad elegida es mas profunda y realizadora que la amistad familiar. La amistad familiar es mas inmediata y estable porque es mas natural (S.Th.2-2.q26 a8adl).Pero la amistad elegida es mas honda y desinteresada. Se funde en el parentesco de las almas, que es más unificador que el de los cuerpos. Por eso esta amistad es rara y con pocos. No puede el círculo de los amigos ser muy amplio y aun en el círculo reducido, la intimidad es con uno, con dos o con tres.
Cristo entre los hombres, esperanza de gloria ---

Amor - Ficha nro: 36 (ord: 26)
Cuando uno se encuentra con alguien que tiene una particular capacidad de amar en el Señor, parece recobrar su capacidad de sonreír, de alegrarse, de serenarse.
Queremos ver a Jesús ---

Amor - Ficha nro: 37 (ord: 27)
La civilización del amor se opone a la pretendida civilización del odio y la violencia, la injusticia y la opresión, la soledad y la muerte, el miedo y la tristeza. Pretender construir una civilización donde 1 hombre está sujeto a las cosas, esclavizado a otros hombres, encerrado en su egoísmo, víctima del consumismo, esclavo de si mismo, es negar la fecundidad redentora del amor.
Diálogo con Laicos ---

Amor - Ficha nro: 38 (ord: 28)
'...la civilización del amor es una civilización de la fiesta. La Eucaristía es fiesta y la fiesta es siempre una celebración comunitaria, fraterna y familiar de la vida. No puede celebrar la fiesta en soledad egoísta, la soledad fecunda de los santos es siempre una sincera alegría compartida. Pero no puede haber fiesta sin la presencia activa del hermano, si el hermano sufre o tiene hambre o sufre persecución por la justicia.....'
Diálogo con Laicos ---

Amor - Ficha nro: 39 (ord: 29)
Esta civilización del amor es la civilización de la verdad contra la hipocresía, la mentira y la incoherencia; es la civilización del amor contra el odio, de la paz contra la violencia, de la libertad contra la opresión, del espíritu contra la despersonalización de la pura técnica.
Diálogo con Laicos ---

Amor - Ficha nro: 40 (ord: 30)
La civilización del amor es una civilización de la esperanza: contra la angustia y el miedo, la tristeza y el desaliento, la pasividad y el cansancio. La civilización del amor se construye cotidianamente, ininterrumpidamente. Supone el esfuerzo comprometido de todos. Supone por eso, una comprometida comunidad de hermanos. Hoy nos está haciendo mucho daño el pesimismo, el miedo , el cansancio. Quizás porque caminamos demasiado solos, o porque hemos olvidado el sufrimiento de los otros, tal vez, también porque miramos demasiado cerca o demasiado lejos. Hemos perdido la confianza en nosotros mismos porque hemos dejado de pensar en Dios como Padre .Hemos perdido la confianza en los hombres, porque hemos dejado de sentirnos como hermanos.
Diálogo con Laicos ---

Amor - Ficha nro: 41 (ord: 31)
Es preciso ante todo 'creer en el amor'( I Jn 4,16) Es decir, tener seguridad y experiencia de que ' Dios es amor'. Si los cristianos hemos perdido la alegría debiéramos preguntamos si no hemos perdido la verdadera noción de Dios: su paternidad de su amor; su cercanía, su intimidad, su comunicación.
El Hombre Nuevo en América Latina ---

Ancianidad - Ficha nro: 42 (ord: 32)
Lo que nos asusta no es la muerte, sino la vejez. Hay un modo de volvernos viejos enseguida: no saber mirar el mundo con ojos nuevos cada mañana.
Alegres en la Esperanza ---

Ancianidad - Ficha nro: 43 (ord: 33)
Hay un signo preocupante de nuestra vejez prematura: quedamos añorando tiempos pasados sin hacer algo por preparar los nuevos en la esperanza.
Alegres en la Esperanza ---

Ancianidad - Ficha nro: 44 (ord: 34)
Los ancianos: han vivido con ilusión su vida; quizás, también , con mucha generosidad de entrega a Dios y a los hermanos. Ahora, según los cálculos humanos, ya 'no sirven', más vale 'pesan': tal vez para la familia, para la sociedad y para la misma Iglesia. Hoy que el nivel de vida nos hace pensar en una longevidad serena, no podemos olvidar estos pobres: sea que vivan en hogares propios, sea que estén con su familia o vivan en soledad absoluta. No importa si tienen plata: son dolorosamente pobres.
María y los pobres ---

Apóstol - Ficha nro: 45 (ord: 35)
Un Profeta no se improvisa. Un profeta supone una invasión fuerte del Espíritu de Dios que engendra una energía especial para decir en el momento oportuno, con las palabras de los hombres, las mismas invariables maravillas de Dios.
Construyamos una Patria de hermanos ---

Apostolado - Ficha nro: 47 (ord: 36)
No hay más que un camino para cambiar el mundo: vivir a fondo el Sermón de la Montaña. No hay más que un modo de vivir el Evangelio: comprometer cotidianamente la fe en el servicio generoso a los hombres y los pueblos.
La Iglesia en América Latina Escritos Pastorales Marplatense ---

Apostolado - Ficha nro: 48 (ord: 37)
Su palabra es siempre el eco de una ininterrumpida conversación con Dios. De lo contrario podrá agradar y tal vez convencer, pero nunca transformar. Su tarea apostólica debe ser fruto del silencio y de la cruz; de lo contrario podrá brillar y conmover , pero nunca construir.
Vida Espiritual de Laicos ---

Apostolado - Ficha nro: 49 (ord: 38)
Hay una forma de traicionar nuestra misión: es la de querer evadirnos de nuestra hora bajo el pretexto de que son tiempos difíciles, llenos de inseguridad y riesgos. Quien no es capaz de arriesgar su propia seguridad humana no ha aprendido todavía ser cristiano.
Alegres en la Esperanza ---

Apostolado - Ficha nro: 50 (ord: 39)
Todo apóstol tiene que poseer ciencia perfecta. 'El celo es insoportable sin la ciencia' dice San Bernardo, porque le falta discreción. Donde abunda el fervor y el entusiasmo pero escasea la meditación y el estudio, falta solidez y estructura: todo se viene abajo. No puede haber oposición entre ciencia y santidad, especulación y apostolado. Hay que cuidarse mucho de los apóstoles que anatematizan fácilmente la especulación y excluyen del templo toda auténtica metafísica: aparte de cohonestar con ello su imperdonable pereza intelectual, son tipos muy peligrosos.
Notas de Pastoral Jocista - Set. Oct. 1953 ---

Apostolado - Ficha nro: 52 (ord: 40)
Hubo un tiempo en que ignorábamos al hombre con el pretexto de que buscábamos a Dios. Hoy corremos el riesgo de olvidar las exigencias radicales del evangelio- silencio y cruz, pobreza y caridad verdadera- con el pretexto de que servimos a los hermanos y ciertamente no los amamos en plenitud si no dejamos en su interior algo de Dios, un poco de esa ' hambre y sed de justicia' que los hará felices.- ( Mt. 5,6)
Escritos Pastorales Marplatenses III ---

Apostolado - Ficha nro: 53 (ord: 41)
Tal vez haya alguien cuyo nombre está clavado en nuestro interior, a quien tengamos que acércanos para decirle: 'mira hermano hasta ahora no me había preocupado por ti; tal vez tu necesitabas de un sencillo gesto de amistad y no te lo he dado; tal vez precisabas una lucecita de esperanza y yo he soplado la última chispita que quedaba en tu corazón; tal vez te he hecho mucho mal. Perdóname.'
Meditaciones para Semana Santa ---

Apostolado - Ficha nro: 54 (ord: 42)
'Las crisis que sobreviven a las instituciones apostólicas son siempre crisis de profundidad'. Nos hemos lanzado a la acción con el ánimo de conquistas rápidas y brillantes, y hemos subestimado el estudio, la oración y la vida sacramentaría. Nos quema la impaciencia por actuar y nos parece absurda la aparente inactividad de un Retiro Espiritual, de una clase de Teología o de una prolongada meditación.
Vida Espiritual del Laico ---

Apostolado - Ficha nro: 55 (ord: 43)
Los apóstoles han tenido momentos de desilusión, de cansancio, de debilidad y falta de fortaleza. Ahora ha venido el espíritu fuerte sobre ellos y los ha hecho valientes. Han descubierto que Dios es su roca su fortaleza. Y no tienen miedo....' no podemos nosotros dejar de hablar de lo que hemos visto y oído.- (Hechos 5,32)
Consagrados en la Iglesia ---

Apostolado - Ficha nro: 61 (ord: 44)
Cuando el laico encara su apostolado con una visión demasiado humana pierde enseguida la serenidad interior (se contagia del nerviosismo en que viven las cosas), su optimismo sobrenatural se apaga (porque necesariamente los hombres le contagian su pesimismo y su dolorosa sensación de fracaso) y su generosidad apostólica palidece y cambia. Siente la nostalgia de nuevas formas de apostolado o la definitiva tentación del cansancio. Como la vocación apostólica en el mundo es su forma de santidad, no solo fracasa como apóstol sino también como santo.
Diálogo con Laicos ---

Apostolado - Ficha nro: 62 (ord: 45)
Todo laico tiene que haber santificado a alguien, es decir, haberlo salvado. Esto está en el plan de Dios. La vocación cristiana - que es esencialmente vocación al apostolado desemboca necesariamente en la transformación espiritual de los hombres. El cristianismo nos primariamente una religión de conquista: es, ante todo, levadura de transformación.
Diálogo con Laicos ---

Apostolado - Ficha nro: 63 (ord: 46)
El laico que vive de espíritu de fe no pierde la serenidad nunca aún en medio de la nerviosidad de las tareas muy diversas y del aparente fracaso de sus esfuerzos apostólicos. Ve bien que el hilo fundamental de la Providencia es único e infalible. Lo descubre con claridad, aún en medio de los absurdos humanos, y lo muestra con facilidad a los hombres, que viven en las tinieblas de una mentalidad exclusivamente terrena.
Diálogo con Laicos ---

Apostolado - Ficha nro: 64 (ord: 47)
Cuando vemos que nos queda largo camino por andar podemos sentir la tentación del miedo y de la duda. Porque ahora que estamos en el monte estamos bien; pero cuando bajemos y empecemos a pisar otra vez las espinas de cada día y experimentemos el calor del desierto y se nos vayan llagando los pies y nos vayamos sintiendo más solos, y el trabajo nos golpee y las contradicciones nos hieran, todo será distinto.
Consagrados en la Iglesia ---

Apostolado - Ficha nro: 65 (ord: 48)
El apóstol es siempre un transparente testigo de lo sobrenatural, un profeta de lo invisible.
Rev. Notas de Pastoral Jocista ---

Apostolado - Ficha nro: 66 (ord: 49)
El apostolado no es cuestión de temperamento. Un temperamento ardiente, entusiasta puede quebrarse ante la Cruz y no aguanta la lentitud, el silencio y la profundidad de las obras de Dios. No comprende los absurdos humanos de Jesús: al largo silencio de su vida oculta y el aparente fracaso de su Cruz. No entiende que solamente las almas que viven silenciosas al pie de la Cruz son fecundas.
Rev. Notas de Pastoral Jocista ---

Apostolado - Ficha nro: 67 (ord: 50)
Nuestra misión, como la del Señor, como la de los Apóstoles tiene que ser integralmente salvadora. Cuando nosotros llegamos a un lugar no tenemos que parcializar las cosas y decir: 'Bueno, vamos a hacer obra social, y después vamos a anunciar el Reino'; o al revés:' Vamos a anunciar el Reino exclusivamente'. Anunciamos el Reino y preparamos todo el camino para una renovación, para un cambio, para el bienestar de los hombres, de todos los hombres y de todos los pueblos incluso en esta vida.
Consagrados en la Iglesia ---

Apostolado - Ficha nro: 68 (ord: 51)
La misión debe tener siempre en cuenta tres cosas: el Cristo que nos envía, el mundo concreto al que somos enviados; y el contenido esencial de nuestra tarea misionera. Hay que atender .....al mundo concreto y descubrir los signos de los tiempos. ¿Cómo es esta realidad? ¿Cuáles son los problemas? ¿Cuáles las situaciones más graves? Hay que tener una gran capacidad para describir y asumir los dolores, las alegrías, las angustias y las esperanzas de los hombres.
Consagrados en la Iglesia ---

Apostolado - Ficha nro: 69 (ord: 52)
¿Qué tenemos que contar a los hombres? Lo que nosotros hemos visto y oído. Como la Magdalena que llorando se encontró con Jesús y escuchó su pregunta: ¿Por qué lloras? Y después quiso quedarse agarrada a los pies del Señor y este le dijo: 'Vete a tu casa y cuenta lo que has visto, dile a mis discípulos que no lloren'.Magdalena fue y les contó a los discípulos: 'He visto al Señor y me ha dicho tales cosas......' Hemos encontrado al Señor, lo hemos descubierto, lo hemos sentido por dentro. Ahora quisiéramos seguir aquí asidos a los pies del Señor, pero el Señor , nos dice : Nos os quedéis aquí, volved a vuestras comunidades, a los barrios, al mundo que os espera y decidle:'Hemos visto al señor y me ha dicho tales cosas....es cierto, Cristo ha resucitado y se nos ha a parecido...'
Consagrados en la Iglesia ---

Apostolado - Ficha nro: 70 (ord: 53)
Perdón, Señor, porque muchas veces he pasado, después de comer tu cuerpo y beber tu sangre, frente al hermano que necesitaba luz, y no he sabido comunicarle mi esperanza.
Meditaciones para Semana Santa ---

Apostolado - Ficha nro: 71 (ord: 54)
Cuando uno deja la profundidad de la oración; cuando hace la oración, pero esa oración no es intimidad con el padre, fácilmente se cansa en el servicio a los hermanos. Una persona que vive excesivamente volcada en el activismo, y no tiene momentos fuertes de contemplación, difícilmente tendrá capacidad serena para escuchar, recibir, asimilar.
Consagrados en la Iglesia ---

Apostolado - Ficha nro: 74 (ord: 55)
'...tiene que haber momentos muy fuertes, de exclusivo y absoluto silencio de experiencia de Dios en el desierto. Para tener experiencia de Dios en el contacto con los hermanos, necesitamos un tiempo y una tranquilidad que propicien la experiencia de Dios en la absoluta soledad y silencio de la contemplación. Todo en nosotros tiene que hacerse oración.: el servicio a los hermanos, la enseñanza de la catcquesis, las visitas a los enfermos, la comprensión de sus problemas, el alivio de sus enfermedades. Todo eso es oración, pero lo dejará de ser si no hay en nosotros cada día, cada semana, cada mes, cada año momentos fuertes, serenos, profundos y prolongados de experiencia en el desierto'.
Consagrados en la Iglesia ---

Apostolado - Ficha nro: 75 (ord: 56)
San Lucas una la fama de Jesús con su oración: Su fama de extendía cada vez más y una numerosa multitud afluía para oírle y ser curados se sus enfermedades, pero El se retiraba a los lugares solitarios, donde oraba ( Le. 5,15) La fama de Jesús crecía e iban a él no por curiosidad, sino para oírle el mensaje del Reino y para se curados de sus enfermedades y para conseguir la salvación plena. ' Pero el se retiraba a los lugares solitarios donde oraba como diciendo: Luego vendré por vuestro bien yo necesito el equilibrio de la oración y el encuentro con el Padre. Jesús oraba constantemente, oraba en la sencillez de lo cotidiano, oraba en la soledad del monte, pero además oraba en momentos muy solemnes, muy grandes en su vida.
Consagrados en la Iglesia ---

Apostolado - Ficha nro: 76 (ord: 57)
Hoy se nos va en tiempo lamentablemente en pensar las cosas; las rezamos poco y las practicamos menos. Una de las herejías de los tiempos nuevos es lo que suelo llamar las herejías de las reuniones. Nos pasamos la vida haciendo reuniones. Y hay gente, pobre gente, como los secretarios, cuya responsabilidad es estar preparando reuniones, estar escribiendo reuniones y estar comunicando el fruto de las reuniones. No digo que no haya que hacer reuniones, pero cuanto más eficaz sería si estas reuniones fueran celebradas en oración y si las comunidades vivieran más un clima espontáneo y sereno de oración . Cristo ora en la sencillez de lo cotidiano, ora constantemente (Mc-l,35).Porque todos le buscan siente necesidad de ponerse a orar.
Consagrados en la Iglesia ---

Apostolado - Ficha nro: 77 (ord: 58)
La serenidad en un perfecto equilibrio entre el amor a Dios y el amor a los hombres; el deseo de oración y la necesidad de acción, los principios inmutables y las formas cambiantes del apostolado. Porque existe siempre el peligro de buscar a Dios por evasión o de ir a los hombres por entusiasmo, de refugiarse en la oración por comodidad o de lanzarse a la acción por temperamento, de abandonar los principios por cansancio o de renunciar a lo nuevo por temor o por pereza. El laico que vive permanentemente instalado en el plano sobrenatural encontrará siempre el punto medio en la virtud, no la estéril mediocridad de la prudencia 'según la carne'.
Diálogo de Laicos ---

Apostolado - Ficha nro: 78 (ord: 59)
[...] es un ejemplo magnífico Nuestra Señora en el misterio de la Visitación. Para mi es muy significativo ese pasaje evangélico. María, la Virgen del Camino, la Virgen de la Esperanza, la Virgen de la Contemplación, una vez que ha recibido la Palabra y la salvación ha llegado a ella, sale en seguida, va en misión, se pone en camino. ¿Para qué?. Para servir, para llevar la alegría de la salvación integral. María va donde su prima Isabel, porque Isabel va a ser madre dentro de poco y va a necesitar ayuda material, va a necesitar el servicio de su prima. Entonces María va para ayudar a Isabel en el nacimiento de su hijo; pero al mismo tiempo, misteriosamente invadida por el Espíritu e impulsada por él, María sabe que tiene que llevar al Salvador para que quede santificado aquél que ha sido destinado como Precursor del Salvador. María lleva la plenitud de la salvación. Nuestra misión tiene que llevar siempre como contenido la totalidad de la salvación y en consecuencia la alegría de la salvación.
Consagrados en la Iglesia ---

Apostolado - Ficha nro: 79 (ord: 60)
El testimonio cristiano nace de una fe hondamente asimilada y de una oración gustada adentro.
Escritos Pastorales Marplatenses III ---

Apostolado - Ficha nro: 80 (ord: 61)
¿No habrá algo en mí que impide la unidad? ¿He hecho todo lo posible para que haya verdadero amor entre los hombres? ¿ Que podría hacer para mejorar el ambiente en el cual me muevo? En casa hay tensión; signo de esa tensión es el aburrimiento y la tristeza. En la oficina hay tensión; signo de esa tensión es que cada una hace su trabajo con una indiferencia total por lo que está sucediendo a su alrededor. ¿No habrá algo que yo pueda cambiar? ¿No habrá algo que hacer morir en mí: ese egoísmo, ese amor propio, esa soberbia?..... ¿Por qué no me abro a mis hermanos?
Meditaciones para Semana Santa ---

Apostolado - Ficha nro: 82 (ord: 62)
'...tenemos que vivir el gozo de la elección, una elección que no es para ser guardada, sino para ser realizada y comunicada. Me sacó pero me dijo .'Ve a tu pueblo'. Hay que volver al pueblo para ser profeta y el profeta necesita ser purificado, como Isaías, o que le pongan las palabras en los labios como a Jeremías, o comerse el libro como Ezequiel. El profeta necesita ser hombre de contemplación, de fe, de fe en el Señor'. 'Llamó a los que él quiso' (Me. 3,13-14) ¿Por qué te llamó a tí? No eras profeta, ni hijo de profeta: eras pastor. Esta reflexión nos tiene que hacer pensar mucho 'Nos llamó porque él quiso', no hay más. Por que Dios tiene derecho a irrumpir misteriosamente un día en nuestra vida y cambiar totalmente nuestros esquemas humanos como irrumpió en la vida de Abraham, como irrumpió en la Vida de Nuestra Señora....'
Consagrados en la Iglesia ---

Autenticidad - Ficha nro: 84 (ord: 63)
La grandeza de un hombre no se mide por la brillantes de sus obras, sino por la permanente y oculta fidelidad a su misión, a la palabra recibida y empeñada.
Alegres en el Esperanza ---

Autenticidad - Ficha nro: 85 (ord: 64)
La autenticidad exige armonía entre verdad y vida.
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Esperanza - Ficha nro: 179 (ord: 65)
La esperanza cristiana nace de la cruz. Sólo tienen derecho a ser felices las almas que, como María, viven al pie de la cruz. Con lo cual queremos decir que la alegría verdadera nace de la profundidad interior y de la serenidad de la cruz. Estas almas que sufren son las almas alegres; pero hay que mirar la cruz desde la perspectiva del plan del Padre, como una real configuración con Cristo, bajo la acción del Espíritu. La esperanza nace del Corazón de Dios. La esperanza empieza en la tarde del Viernes Santo, cuando todo se hace noche, cuando todo se quiebra, cuando todo parece haberse perdido. La esperanza cristiana sólo empieza cuando terminan las esperanzas humanas, cuando todo parece haberse cerrado y acabado definitivamente.
Consagrados en la Iglesia. ---

Esperanza - Ficha nro: 181 (ord: 66)
Un pueblo que sufre puede caer en la resignación pasiva y fatalista o en la agresividad de la violencia. Hay que armarlo entonces con la fortaleza del Espíritu para hacerlo entrar por el camino de la esperanza. Aunque parezca que la tierra prometida está muy lejos y que la esperanza de los Profetas -que anuncia castigos y exige conversión- sea una ilusión inútil. ¿Cómo puede hablarse de esperanza cuando tantos niños mueren cotidianamente de hambre, cuando tantos pueblos padecen miseria y opresión? ¿Cómo puede hablarse de esperanza cuando se multiplican las injusticias, las acusaciones falsas, los secuestros, las prisiones y las muertes? ¿Cómo puede hablarse de esperanza y cuestionada la persona y la autoridad del Papa y los obispos? Sin embargo, es entonces cuando los cristianos verdaderos tocan la esencia de su fidelidad a la Palabra, creen de veras en Dios en el Dios que nunca falla y arrancan del corazón de la cruz la esperanza que necesitan comunicar a sus hermanos.
Meditaciones para tiempos difíciles. ---

Espiritualidad - Ficha nro: 183 (ord: 67)
Hay almas que vegetan en la mediocridad porque nadie les ha abierto los horizontes de su generosidad profunda.
Diálogo con laicos. ---

Espiritualidad - Ficha nro: 188 (ord: 68)
El Señor se comunica sólo con las almas serenas. Antes que la Palabra venga a María el Angel la invita a la alegría, a la serenidad, a la confianza (Lc. 1, 26-38).
Queremos ver a Jesús. Retiro en el Vaticano. ---

Espiritualidad - Ficha nro: 193 (ord: 69)
La fortaleza es necesaria para asumir la cruz con alegría, como el gran don del Padre, que prepara la fecundidad para los tiempos nuevos. Hay un modo de vivir la cruz con amargura, resentimiento o tristeza. Entonces la cruz nos despedaza. Pero la cruz es inevitable en nuestra vida y, para los cristianos, es condición esencial del seguimiento de Jesús. No fuimos hechos para la cruz, pero es necesario pasarla para poder entrar en la gloria (Lc. 24, 26).
Meditaciones para tiempos difíciles. ---

Espiritualidad - Ficha nro: 194 (ord: 70)
No podemos volver a caer en un dualismo que el Concilio condenó "como uno de los más graves errores de nuestra época" (G.S. 42). Pero tampoco podemos, simplemente, identificar el "progreso temporal" con el "crecimiento del Reino de Cristo" (G.S. 39), aunque el primero interesa en gran medida al Reino de Dios. ¿Cuáles son las causas de esta crisis de fe? Señalaremos brevemente las siguientes: excesiva confianza en la razón (cientificismo, cierto tipo de intelectualismo superficial, etc.), excesiva desconfianza o desprecio de la inteligencia (superficialidad en la interpretación de la fe, falta de crecimiento o maduración), superficial euforia por lo visible y temporal, visión parcial del hombre y de la historia, excesiva desencarnación de lo visible (refugiarnos cómodamente en lo invisible y eterno), reacción contra un dualismo que anuló la eficacia histórica de la fe.
Queremos ver a Jesús. Retiro en el Vaticano. ---

Espiritualidad - Ficha nro: 195 (ord: 71)
Estar disponible: en todo camino hay una cruz, alegría y amor. En todo camino está Dios: ofreciendo su bondad y recogiendo nuestra entrega. Cualquiera fuera el plan de Dios sobre nosotros, nos disponemos a realizarlo con generosidad. Solo le pedimos que nos lo muestre.
Alegría cristiana. ---

Espiritualidad - Ficha nro: 196 (ord: 72)
La santidad es algo que tiene que reflejarse en la serenidad y luminosidad de nuestro cuerpo. Es aquello que decía Jesús, en San Mateo: "La luz de tu cuerpo es tu ojo". Se puede intuir la interioridad de una persona a través de la profundidad de los ojos. "Si tu ojo está obnubilado todo tu interior está en tinieblas".
Consagrados en la Iglesia. ---

Espiritualidad - Ficha nro: 198 (ord: 73)
¡Cómo cambiaría el mundo si los hombres nos convenciéramos de veras que estamos simplemente de paso y lo único que vale es cumplir con nuestra misión concreta y amar sencillamente a nuestros hermanos! ¡Cómo se acabarían los egoísmos y las ambiciones, las envidias, los rencores y las guerras!
Alegría cristiana. ---

Espiritualidad - Ficha nro: 199 (ord: 74)
El hombre nuevo renace cada día desde la fecundidad serena... No es el hombre resentido y triste, amargado, pesimista y agresivo. Es el hombre que contagia la profunda alegría de la Pascua. No es el hombre que destruye y mata. Es el que cada día enseña a vivir resucitando. No es el hombre que odia y que divide. Es el que ama, une y redime.
Reflexiones pastorales sobre el hombre nuevo. ---

Espiritualidad - Ficha nro: 200 (ord: 75)
La mediocridad se caracteriza por un estado de quietud pasiva, de saturación humana, de carencia de inquietudes. La mediocridad es, esencialmente, ausencia de hambre. Es una anemia espiritual mucho más peligrosa que el pecado mismo.
Notas de pastoral jocista ---

Espiritualidad - Ficha nro: 201 (ord: 76)
A cada uno le toca escribir una página inédita, totalmente suya, en la historia de la salvación. Con frecuencia perdemos el tiempo en ver cómo la escriben los otros o, peor aún, en juzgar cómo y por qué la escribieron mal. Y nosotros, entre tanto, dejamos de escribir la nuestra. En definitiva, lo esencial no es saber qué pasa en la historia, sino discernir por dónde pasa el Señor y qué quiere de nosotros.
Alegres en la esperanza. ---

Espiritualidad - Ficha nro: 208 (ord: 77)
Podemos temer cuando atravesamos solos un desierto o emprendemos temerariamente solos un largo y dificil camino desconocido; pero nos sentimos firmes cuando sabemos que "somos un pueblo que camina". Habrá momentos duros, en que tendremos que esperar con la esperanza de los hermanos. Así es siempre el camino de la esperanza: vamos comunitariamente asidos de las dos manos; con una alguien más débil se apoya en nuestra fuerza; con la otra nuestra debilidad se apoya en alguien más fuerte que nosotros. No hay miedo de quedarnos en la ruta.
Queremos ver a Jesús. Retiro en el Vaticano. ---

Espiritualidad - Ficha nro: 209 (ord: 78)
De un modo especial hay que valorar en orden de la evangelización, la presencia y actividad de la mujer consagrada. El carisma de la religiosa es ya un anuncio del Reino, de lo absoluto de Dios, de la radicalidad del Evangelio. Hay tareas evangelizadoras que las almas consagradas -hombres o mujeres- van realizando con sentido eclesial: catequismo, distribución de la eucaristía, dirección de parroquias.
Evangelización y liberación. ---

Espiritualidad - Ficha nro: 210 (ord: 79)
No podemos entender la Vida Contemplativa desde una pura experiencia humana: porque la Vida Contemplativa es esencialmente una honda y sabrosa experiencia de Dios. Tampoco podemos entenderla desde la urgencia inmediata de una actividad apostólica concreta. No todos en la Iglesia tienen que hacer necesariamente todo y de la misma manera. Sería negar la acción pluriforme del Espíritu y la variada riqueza del Cuerpo de Jesucristo. La Vida Contemplativa es un modo particular de vivir el radical seguimiento de Jesucristo en el desierto: "Fue conducido por el Espíritu al desierto". Es un modo especial de realizar y manifestar al mundo la fecundidad transformadora de las Bienaventuranzas. Habría que describir aquí lo que significó el desierto en la vida de Moisés, de Elías y de Jesús.
Alegres en la esperanza. ---

Espiritualidad - Ficha nro: 211 (ord: 80)
La contemplación no es olvido de la historia ni evasión de la problemática del mundo. Sería un modo absurdo de complacerse a sí mismo, dejando siempre en la penumbra al Señor. La contemplación verdadera es don del Espíritu Santo. La contemplación nos hace descubrir el plan de Dios y el paso del Señor por la historia, la actividad incesante recreadora del Espíritu. Un verdadero contemplativo nos hace comprender tres cosas: que lo único que importa es Dios, que Jesús vive entre los hombres y peregrina con nosotros hacia el Padre que la eternidad está empezada y marchamos con Cristo hacia la consumación del Reino (1 Cor. 15, 24).
Meditaciones para tiempos difíciles. ---

Espiritualidad - Ficha nro: 212 (ord: 81)
Hay gente que vive -por diferentes circunstancias- irremediablemente sola. Si la soledad es asumidad con alegría (como un encuentro con el Dios que lo llena todo) es fuente de serenidad, de fecundidad, de santidad. Pero hay una soledad dolorosa a quien no tiene con quien comunicarse y lleva adentro muchas penas para compartir. Quizás la culpa de esta soledad sea misteriosamente personal; de todos modos, se trata de un pobre, a quien nadie escucha, ni ama, ni habla.
María y los pobres. ---

Espiritualidad - Ficha nro: 213 (ord: 82)
Una cosa es sentirse desoladamente solo (abominable encuentro con el vacío y la lucha personal) y otra es vivir en la soledad y el silencio la privilegiada e inefable presencia de Aquel que nos lo dice todo y obra todo.
Alegres en la esperanza. ---

Espiritualidad - Ficha nro: 214 (ord: 83)
Me impresiona como San Pablo, cuando habla del hombre nuevo, subraya: "no se mientan los unos a los otros, sean sinceros, digan la verdad". Es una de las características del hombre nuevo: la sinceridad. Hoy vivimos en un mundo de confusión y de búsqueda. Vivimos en un mundo de tensión y desconfianza. Formar al hombre nuevo es formarlo en la verdad.
Escritos pastorales marplatenses III. ---

Espiritualidad - Ficha nro: 215 (ord: 84)
Ser sinceros no es simplemente evitar el engaño o la mentira. Ser sincero es ser auténtico. Ser auténtico es ser fiel al plan de Dios y a la expectativa de los hombres. Hoy a nuestra juventud le interesa fuertemente el valor de la autenticidad. Tenemos que ser auténticos con ellos mismos.
Escritos pastorales marplatenses III. ---

Espiritualidad - Ficha nro: 216 (ord: 85)
Cuando volvemos a casa, enseguida encendemos la radio o el televisor. Aunque sepamos que no hay nada importante. Es que el silencio nos aturde y nos aplasta. Es el silencio de María nació la Vida; en nuestro propio silencio, si es activo y maduro como el de ella... nacerá también la Luz.
Escritos pastorales marplatenses III. ---

Espiritualidad - Ficha nro: 217 (ord: 86)
Para encontrarnos con nosotros mismos hace falta un momento de silencio. En general, huímos del silencio porque lo consideramos un tiempo muerto; o porque nos grita, nos golpea, y nos acosa. Cuando nosotros estamos en silencio, Alguien habla adentro: para llamarnos, para orientarnos o para corregir la ruta que estábamos siguiendo.
Escritos pastorales marplatenses III. ---

Espiritualidad - Ficha nro: 220 (ord: 87)
Lo primero que se nos pide a los cristianos es que amemos nuestro tiempo. Que no nos angustiemos por lo que está pasando ni soñemos superficialmente en una paz que no nazca de la cruz. Hay una forma de traicionar nuestra misión: es la de querer evadirnos de nuestra hora bajo el pretexto de que son tiempos difíciles, llenos de inseguridad y de riesgos. Quien no es capaz de arriesgar su propia seguridad humana no ha aprendido todavía a ser cristiano. El que pierde su vida, la ganará.
Alegres en la esperanza. ---

Espiritualidad - Ficha nro: 221 (ord: 88)
Es inútil que miremos con nostalgia la hora pasada, los tiempos de antes más tranquilos quizás (al menos aparentemente) y más fáciles. Es inútil también que soñemos con el futuro. Hemos de vivir en la escatología, pero la escatología hecha presente. Es el único modo de vivir seremos y ser fecundos.
Queremos ver a Jesús. ---

Espiritualidad - Ficha nro: 222 (ord: 89)
Una de las experiencias más hondamente humanas es el miedo. Pero Jesucristo vino a liberarnos del miedo; por eso Él mismo se sujetó transitoriamente a la experiencia del miedo (Mc. 14,33). Pero nos pidió que no tuviéramos miedo (Jn. 14,1 y 27). La experiencia del miedo es fundamentalmente buena, cristiana, propia de los pobres. Lo que no es cristiano es la angustia de un miedo que destruye y paraliza, que cierra a la comunicación de los hermanos y a la confianza sencilla en el Dios Padre. Por eso el Evangelio de la Salvación y de la gracia es una contínua invitación a la serenidad, una permanente exhortación a que no tengamos miedo: la Anunciación (Lc. 1,30), el Nacimiento (Lc, 2,10), la Resurrección (Mt. 28, 10). No tengas miedo. No tengan miedo.
Meditaciones para tiempos difíciles. ---

Espiritualidad - Ficha nro: 224 (ord: 90)
Ustedes entienden perfectamente que cuando yo hablo de contemplación no quiero decir algo abstracto, desencarnado, lejano del hombre y dela historia. Me refiero a ese encuentro vivo e íntimo con el Señor desde el cual se abre la capacidad muy honda de leer los signos de los tiempos y de servir al hombre.
Escritos pastorales marplatenses III. ---

Espiritualidad - Ficha nro: 226 (ord: 91)
Los pobres tienen una particular capacidad contemplativa; porque están libres de ataduras temporales y de ambiciones humanas, su corazón está más sereno y abierto. Viven más fácilmente en Dios, gozan de su presencia (no hay muchas cosas que los distraigan) y pueden mirar más libremente en su luz un mundo que le pertenece. Un alma verdaderamente pobre es necesariamente contemplativa: porque no se preocupa no se agita ni se dispersa en muchas cosas; comprende que "hay necesidad de pocas o mejor, de una sola" (Lc. 10,42). Sabe penetrar con sencillez en los misterios insondables de Dios, comprende como con cierta familiaridad los misterios del Reino (Mt. 13, 11) goza por connaturalidad la Palabra de Dios leida, proclamada o explicada. Los pobres tienen una particular profundidad para entender lo más difícil del Evangelio y comunicarlo con extraordinaria sencillez a los demás. Es la sorprendente sabiduría de los simples que desconcierta casi siempre a los doctores.
De Pablo VI a Juan Pablo II. ---

Espíritu santo - Ficha nro: 227 (ord: 92)
Nos hace falta el espíritu de búsqueda de interioridad, de profesía. La Verdad tiene que ser descubierta y saboreada, asimilada y traducida, dicha y realizada. El es el Espíritu que nos impulsa a penetrar de un modo nuevo las cosas ya aprendidas y a comunicarlas también en un lenguaje más simple y más fraterno. Es el Espíritu que nos impulsa a que busquemos nuevos métodos pastorales, nuevas formas de presencia, nuevas manifestaciones del invariable y único Cristo. El Espíritu no permite que nos quedemos en la tranquila posesión de fórmulas aprendidas. Poseer plenamente la Verdad es recrearla a cada rato.
La Iglesia en América Latina. Escritos pastorales marplatens ---

Espíritu santo - Ficha nro: 228 (ord: 93)
Lo que aconteció en Pentecostés no es un hecho único, aislado e irrepetible. Sucedió otras veces en la Iglesia primitiva. Sucede también hoy en la Iglesia, aunque sin las necesarias manifestaciones externas. El Espíritu obra incesantemente en profundidad y en silencio. También a veces, de manera extraordinaria.
Queremos ver a Jesús. ---

Espíritu santo - Ficha nro: 229 (ord: 94)
El espíritu nos vuelve a la unidad. Nos hace ser fieles a Dios sirviendo al hombre. Nos enseña que servir al hombre es elevarlo a Dios. El Espíritu de Amor nos enseña que quien busca auténticamente a Dios y se entrega plenamente a su servicio no puede nunca descuidar a sus hermanos. Nos dice, por ejemplo, que un alma verdaderamente contemplativa que ha escogido el camino del silencio y de la cruz en la aparente segregación del mundo, se introduce en el corazón de los hombres con inmediatez profunda y salvadora.
La Iglesia en América Latina. Escritos pastorales marplatens ---

Evangelización - Ficha nro: 233 (ord: 95)
La evangelización no es una actividad provisoria, circunstancial o parcial de nuestra vida. Todo en nosotros es esencialmente evangelizador. Somos o no somos evangelizadores; como somos o no somos cristiano.
Claves para la nueva evangelización. ---

Evangelización - Ficha nro: 234 (ord: 96)
El Camino de Emaús... es el paso del desaliento contagioso a una esperanza compartida. De la tristeza descreida a la alegría del encuentro. Es la sorpresa y la gracia de haber descubierto a Jesús en la presencia de un amigo que comunica, que camina a nuestro lado.
Construyamos una patria de hermanos. ---

Evangelización - Ficha nro: 235 (ord: 97)
Hay nuevos desafíos para la evangelización: evangelización de la cultura y de las culturas, evangelización del trabajo, evangelización de la familia, evangelización de los jóvenes, por los jóvenes, evangelización de la paz, anuncio de la Buena Noticia de Jesús a los países pobres. Todo esto significa una particular interpelación a la Iglesia, pero de modo especial a los laicos cuya vocación y misión se desarrollan en el mundo de las realidades temporales. Hacen falta laicos, con vocación de santidad, llamados a transformar el mundo desde adentro, a modo de fermento.
Diálogo con laicos. ---

Evangelización - Ficha nro: 236 (ord: 98)
La evangelización, al estilo laico, puede hacerse de diversas maneras. Evangelizar la madre cuando trasmite la fe a sus hijos en el hogar, como evangelizar el catedrático que enseña Filosofía de la Historia en la Universidad. Evangeliza el catequista que en la Parroquia explica el Evangelio a los niños que se preparan a los sacramentos, como evangeliza el obrero que en la fábrica ilumina las dudas a problemas de su compañero de trabajo. Evangeliza el joven o la joven que van a misionar tierra adentro, en tiempo de sus vacaciones, como evangeliza el estudiante o universitario que durante el año se esfuerza por descubrir los valores del espíritu a aquellos que comparten su Colegio o su Facultad. Evangeliza el hombre o la mujer que explica una página del Evangelio a sus amigos, como evangeliza el técnico o profesional que presenta los principios cristianos.
Diálogo con laicos. ---

Evangelización - Ficha nro: 237 (ord: 99)
Anotamos también los riesgos que con frecuencia se dan en nuestra juventud en orden a la evangelización: a) Una superficial politización de la fe. Entra en crisis la fe -se la identifica superficialmente con la política- al descubrir la dimensión histórica del Mensaje evangélico y el compromiso de la fe con la vida. b) Se advierte en nuestra juventud latinoamericana un facil entusiasmo por el socialismo marxista y un fuerte influjo a diversos niveles de pensamiento y acción de la ideología marxista. El marxismo es acogido con frecuencia por la juventud como la gran esperanza para superar toda dependencia y construir una sociedad más justa. c) De aquí surge una fácil tentación de violencia como único camino para transformar las estructuras. Hay una pérdida de la virtud cristiana de la esperanza, una falta de confianza en la fuerza transformadora del Evangelio.
Evangelización y liberación. ---

Evangelización - Ficha nro: 238 (ord: 100)
Quizás lo más importante hoy, con respecto a esta religiosidad popular y en orden a una nueva etapa de evangelización, sea lo siguiente: a) Purificar la fe de elementos sincretistas o de superstición, mitos distantes de la verdadera fe cristiana. b) Aprovechar estos gérmenes de fe auténtica para ahondar en la Persona de Cristo y en el Misterio Pascual de su Iglesia. c) Comunicar a esta religiosidad popular una fuerza misionera un dinamismo de fermento, a fin de que la fe se comprometa con la vida y se quite así el dualismo entre fe y vida (G.S. 43) o la pasividad y resignación.
Evangelización y liberación. ---

Evangelización - Ficha nro: 239 (ord: 101)
La religiosidad popular es el modo como el cristianismo -en un conjunto de convicciones y prácticas religiosas- se ha encarnado en las distintas culturas y grupos étnico y es profundamente vivida por el pueblo. Hay ciertas actitudes del pueblo (bondad, solidaridad, sentido de justicia) que manifiestan una presencia de Dios y abren el camino para la comunión gozosa con Cristo. Son "semillas del Verbo" (A.G. 11) que es preciso explicitar y desarrollar. La religiosidad popular es un punto de partida para una nueva evangelización: hay elementos válidos de una fe auténtica que busca ser purificada, interiorizada, madurada y comprometida. Tiene un caracter marcadamente ritualista y sacramentalista con frecuencia lamentablemente separado de la vida cotidiana.
Evangelización y liberación. ---

Hombre - Ficha nro: 240 (ord: 102)
La grandeza de un hombre no se mide por la brillantez de sus obras, sino por la permanente y oculta fidelidad a su misión, a la palabra recibida y empeñada.
Alegres en la esperanza. ---

Hombre - Ficha nro: 241 (ord: 103)
La felicidad no se da en las cosas sino en el hombre. [...] El hombre feliz no es el hombre superficial y divertido, el que huye de sí mismo y se dispersa. El hombre feliz es el que descubre el sentido de su vida y realiza con sencillez su misión.
Escritos pastorales marplatenses III ---

Hombre - Ficha nro: 242 (ord: 104)
Un primer riesgo es la ruptura con el pasado: "todo lo antiguo está mal, todo lo nuevo está bien". Todo el mundo habla del hombre nuevo. Ciertamente es un tema bíblico, muy pascual. Es necesario que entendamos bien lo qué es nuevo en Cristo. Lo nuevo evangélicamente no es ruptura total con el pasado. Lo nuevo cristiano es plenitud, interioridad, consumación (...). Hay muchas cosas con las cuales se exige ciertamente una ruptura abismal. Es todo aquello que está marcado por el signo de la injusticia y del pecado. Pero hay toda una riqueza quenos viene dada por la tradición y hay que saberla descubrir, recoger y potenciar.
Escritos pastorales marplatenses III ---

Hombre - Ficha nro: 243 (ord: 105)
Surge la fuerte invitación de San Pablo a despojarse del hombre viejo -el hombre de la sensualidad, de la mentira y del odio- "para renovarse en lo más íntimo de su espíritu y revestirse del hombre nuevo, creado a imagen de Dios en la justicia y en la verdadera santidad". (Ef, 4, 22-24; Col. 2,9-10).
Alegres en la esperanza. ---

Hombre - Ficha nro: 244 (ord: 106)
El hombre nuevo es el hombre del diálogo de la profecía y del servicio. Sólo puede dialogar de veras el contemplativo (el que está acostumbrado a recibir la Palabra y a realizarla: Lc. 11,27). Sólo puede servir incansablemente el hombre del equilibrio interior por el silencio. Sólo puede hablar, comunicar al otro la salvación, el hombre acostumbrado a orar.
El hombre nuevo en América Latina. ---

Hombre - Ficha nro: 245 (ord: 107)
Es el hombre hermano que "sabe llorar con los que lloran y alegrarse con los que se alegran" (Rom. 12, 15). Uno de los aspectos que interesan en la formación del hombre nuevo es la fortaleza. Hay que superar muchos obstáculos, hay que morir muchas veces, hay que asumir muchos dolores. No es el hombre resentido y triste, amargado y pesimista y agresivo. Es el hombre que contagia la profunda alegría de la Pascua. No es el hombre que destruye y mata. Es el que cada día enseña a vivir resucitando. No es el hombre que odia y redime. No es el que vive en las tinieblas. Es el que renace cada día en nueva luz.
El hombre nuevo en América Latina. ---

Humildad - Ficha nro: 246 (ord: 108)
Los simples pueden comprender facilmente a los complicados, pero dificilmente los complicados pueden entender y aceptar a los simples.
María y los pobres. ---

Humildad - Ficha nro: 249 (ord: 109)
Cuando uno encuentra una persona simple se siente enseguida cómodo a su lado: sabe que puede hablar porque lo escucha, saba que puede confiar porque es sincero, sabe que puede pedirle algo porque está siempre disponible, sabe que puede escucharlo con interés porque tiene siempre palabras sabias para comunicarle.
María y los pobres. ---

Humildad - Ficha nro: 250 (ord: 110)
Una pesona simple -en la madura y honda simplicidad del Evangelio- gana enseguida el amor y la confianza de sus hermanos. Nos confiamos facilmente a las personas simples, porque confiamos en Dios y los simples nos muestran más concreta y cercanamente a Dios.
María y los pobres. ---

Humildad - Ficha nro: 251 (ord: 111)
La pobreza no es sólo una virtud cristiana; es actitud necesaria y primeriza para los hombres grandes. Las tensiones se originan con frecuencia por el pretendido derecho a la exclusividad de la verdad y de la santidad. La paz sólo se da entre corazones disponibles; y la disponibilidad supone la pobreza.
Alegres en la esperanza. ---

Humildad - Ficha nro: 253 (ord: 112)
El fracaso sucesivo de los hombres -con la consiguiente desilusión para los jóvenes- tendría que ser un llamado a la pobreza. La pobreza no es sólo una virtud cristiana: es actitud necesaria y primerísima para los hombres grandes. Las tensiones se originan con frecuencia por el pretendido derecho a la exclusividad de la verdad y de la santidad. La paz sólo se da entre corazones disponibles; y la disponibilidad supone la pobreza.
Meditaciones para tiempos difíciles. ---

Humildad - Ficha nro: 254 (ord: 113)
Un corazón pobre es necesariamente un corazón fraterno. Descubre que "todo hombre es su hermano" y se entrega a él para redimirlo. Es un corazón pacífico y sereno: que no divide ni rechaza, no condena ni destruye. Es un corazón que ama en profundidad y en su universalidad.
María y los pobres. ---

Humildad - Ficha nro: 255 (ord: 114)
Un corazón pobre -corazón simple y sencillo- está abierto a la comunicación con Dios en la oración y el diálogo fecundo con los hermanos. El hombre verdaderamente pobre sabe rezar y dialogar. Es un corazón que siente necesidad del otro, sobre todo de Dios: por eso reza, por eso calla, por eso consulta, por eso obedece, por eso se entrega, por eso sirve, por eso desaparece, por eso muere. Nunca un corazón verdaderamente pobre es un corazón cerrado y egoísta. Nunca es un corazón triste: experimenta siempre la alegría de la gratitud cuando recibe, de la donación generosa cuando sirve, un corazón pobre celebra la vida y da gracias al Padre en todo momento. Canta permanentemente el Magnificat.
María y los pobres. ---

Humor - Ficha nro: 256 (ord: 115)
Los cristianos de hoy no somos alegres. Se ha perdido el sentido del humor en la Iglesia (lo cual es grave). Hemos perdido el sentido de la Pascua en la sencillez de lo cotidiano. Vivimos radicalmente preocupados, inquietos, nerviosos, pesimistas y tristes. Lo cual, ciertamente Cristo no quiere: "No os preocupéis", "Bo se turbe vuestro corazón ni se acobarde" (cfr Mt, 6, 25-34)(Jn. 14, 1-27). San Pablo nos dice: "No os entristezcáis como los demás, que no tienen esperanza" (1 Tes. 4,13).
Queremos ver a Jesús. Retiro en el Vaticano. ---

Iglesia - Ficha nro: 257 (ord: 116)
Corresponde a la Iglesia -en su tarea liberadora- denunciar proféticamente estas injusticias, despertar la conciencia de las clases dirigentes, y comprometer a sus miembros en la transformación pacífica pero rápida, global y profunda, de tales estructuras. Corresponde a la Iglesia inspirar, promover y asumir el verdadero cambio que no sólo posibilite a los hombres "tener más" y vivir mejor sino "ser más" y convertirse verdaderamente en artífices libres de su destino. En su tarea liberadora la Iglesia no puede tranquilizar a los oprimidos, adormecerlos en su servidumbre o alienarlos en su resignación. Su misión es "proclamar la liberación a los cautivos y dar a los oprimidos la libertad" (Lc. 4,18). La misión de la Iglesia como la de Cristo se ubica siempre frente a la liberación del pecado (pero en todas sus formas, y en todas sus consecuencias). Su tarea directa no es construir la ciudad terrena sino preparar en el tiempo la Jerusalén definitiva. Su misión es exclusivamente religiosa (GS 42), pero "por lo mismo plenamente humana" (GS 11).
Teología de la Liberación. Rev Criterio Nro 160, pag 823. ---

Iglesia - Ficha nro: 258 (ord: 117)
A Jesucristo le interesa el hombre de su tiempo. Se identifica con él en su situación concreta y lo asume en su totalidad, excepto el pecado. Siente necesidad de abrirle "los misterios del Reino de los cielos" (Mt. 13,11), pero experimenta "compasión de la muchedumbre que la sigue en la pobreza" (Mt. 15,32). Introduce en el paralítico la gracia del perdón de sus pecados, pero restituye la agilidad de sus miembros paralizados (Mc. 2, 1-13). Manda a sus apóstoles que anuncien la Buena Noticia, pero les da también poder para que curen enfermos en todas partes (Lc. 9, 1-6). Es decir que la proclamación del Reino y su cercanía van siempre unidas con una liberación y promoción del hombre. El signo que el Reino de Dios ha llegado a nosotros es que Cristo expulsa el mal por el Espíritu de Dios (Med 12,28). Cuando la promoción humana es entendida en su dimensión total (inserción vital en Cristo hasta la vida externa), es inseparable de una auténtica evangelización.
Teología de la Liberación. Rev Criterio Nro 160, pag 824. ---

Iglesia - Ficha nro: 259 (ord: 118)
Por parte de la Jerarquía -Obispos y sacerdotes- puede haber un doble riesgo: asumir actitudes específicas de los laicos (nueva forma de "clericalismo") o evadir sistemáticamente, por desconocimiento, por insensibilidad, por miedo, o por falta de comprensión de lo que importa su tarea específica (exigencias plenas de la evangelización, compromiso completo de lo espiritual y religioso)".
Teología de la Liberación. Rev Criterio Nro 1608, pag 824. ---

Iglesia - Ficha nro: 260 (ord: 119)
Corremos el riesgo de politizar la fe, por consiguiente, de vaciarla de su fuerza original, si de tal manera canalizamos la lucha por la libertad y la justicia que en la práctica la identificamos con una opción política determinada.
Escritos pastorales marplatenses III ---

Iglesia - Ficha nro: 261 (ord: 120)
La misión propia que Cristo confió a su Iglesia no es de orden político, económico o social. El fin que le asignó es de orden religioso (GS 42). No corresponde a la Iglesia armar políticamente la historia ni ofrecer soluciones técnicas para el orden económico o social. Pero "precisamente de esta misma misión religiosa derivan funciones, luces, energías" para construir la comunidad humana según el designio de Dios. Por eso decimos que el evangelio tiene una dimensión histórica concreta, que debe esencialmente asumir y realizar. La Palabra de Dios y la Fe (consiguientemente, la Iglesia) tiene que descubrir, comunicar y promover valores profundamente humanos y evangélicos como la justicia, el amor, la libertad, la convivencia fraterna, la paz. Si hacemos esto, no hacemos política. Cumplimos con el Evangelio y la misión religiosa de la Iglesia. Lo contrario sería encerrar otra vez a la Iglesia "en la sacristía" y negar que lo religioso tiene algo que ver fundamentalmente con la vida del hombre y la construcción de la historia.
Escritos pastorales marplatenses III ---

Iglesia - Ficha nro: 262 (ord: 121)
El Evangelio es el "alma y fermento de la sociedad", es transformación de la historia. De aquí, otra vez, la necesidad de conectar muy fuertemente la evangelización con la promoción humana. No podemos separar los dos campos. Tampoco podemos simplemente identificarlos. La evangelización, si es auténtica, tiende necesariamente a la promoción humana integral. La promoción humana si es verdadera, brota de la fuente evangélica y está orientada a la salvación integral en Cristo por la fe y la caridad.
Escritos pastorales marplatenses III ---

Iglesia - Ficha nro: 263 (ord: 122)
La Palabra de Dios ilumina esencialmente el orden social, económico y político. Tiene una fuerza de transformación que afecta la totalidad de la historia. No se puede vivir desencarnadamente la fe. Sin embargo hay que evitar el riesgo de identificar simplemente fe y política, radicalizar las posturas, politizar el Evangelio. Hay valores profundamente evangélicos que tienen que ser descubiertos cotidianamente y vividos desde la fe. Tales, por ejemplo, la justicia, la libertad, la convivencia fraterna, el amor, la paz. Todo lo que hace a un justo ordenamiento del bien común interesa desde el punto de vista del Evangelio. Todo esto es lo que yo entiendo por dimensión política, en el auténtico sentido de la palabra, del Evangelio. No política en el sentido de una opción partidista concreta. El evangelio no se agosta allí. El Evangelio lo trasciende, pero el Evangelio le interesa, la justicia, el amor, la libertad, la paz. Son valores profundamente humanos, por lo mismo profundamente evangélicos.
Escritos pastorales marplatenses III ---

Iglesia - Ficha nro: 264 (ord: 123)
Es uno de los grandes riesgos y de las más peligrosas tentaciones: politizar la fe, vaciar el evangelio, secularizar el cristianismo. La Iglesia "en virtud de su naturaleza no está ligada a ninguna forma particular de civilización humana ni a sistema alguno político o económico o social" (GS 42). Hacemos un esfuerzo por "encarnar" históricamente el Evangelio "Esta escritura se ha cumplido hoy" (Lc. 4,21). Pero no identificamos Evangelio y Política. Tampoco Evangelización y Promoción Humana. Afirmamos sí, que una evangelización lleva necesariamente a una promoción humana integral.
El hombre nuevo en América Latina. ---

Iglesia - Ficha nro: 265 (ord: 124)
La Iglesia no es enviada al mundo para armar políticamente al mundo, para estructurarlo técnicamente desde lo puramente social, económico o político. La Iglesia es enviada al mundo para anunciar integralmente a Jesús en la totalidad de su Evangelio, para hacer presente a Cristo "el Salvador del mundo". Lo cual llevará después a los cristianos a estructurar al mundo en la justicia. Una Iglesia misionera plenamente poseída por el Espíritu e impulsada por el viento de Pentecostés, tiene que "salir" del cenáculo y "entrar" en la historia. Esto exige una fuerte capacidad de "encarnación", "hacerse todo para todos a fin de salvarlos a todos" (1Cor. 9, 22). No se trata únicamente del lenguaje (eso es más simple y secundario); se trata de mentalidad y cultura diferentes.
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Iglesia - Ficha nro: 266 (ord: 125)
Dios pudo salvar a los hombres individualmente, pero no lo hizo. Formó un Pueblo, una comunidad, de salvados. El Misterio Pascual de Jesús no tiene otro fin que ése: juntar en la unidad a los que estaban dispersos, es decir, realizar esta maravillosa comunidad de salvación que es la Iglesia, hacer de dos pueblos -el judío y el pagano- un solo Pueblo, el nuevo Pueblo de Dios, constituído por los que creen en Cristo y son animados por su Espíritu.
Diálogo con laicos. ---

Iglesia - Ficha nro: 267 (ord: 126)
La Iglesia no tiene sentido sino como una manifestación de Dios que no vino al mundo para condenar, sino para salvar. Por eso, la revisión que hagamos de nuestras Constituciones, de nuestras estructuras y modo de ser; la revisión de nuestra catequésis, en nuesto modo de exponer el misterio de Dios, tiene que partir siempre de un Dios que es Amor. No me estoy refiriendo a un Dios que es superficialmente afectivo, no; me refiero a un Dios muy fuerte y vigoroso en el amor.Un Dios que, porque es Amor, lo exige todo. Un Dios que, porque es Amor, da la vida.
Consagrados en la Iglesia. ---

Iglesia - Ficha nro: 268 (ord: 127)
Positivo es en la Iglesia de hoy el sentido de la presencia de la encarnación, del valor de la pobreza, del valor del servicio, del dinamismo misionero en la Iglesia, de la valoración de la palabra, de la Eucaristía, del servicio eclesial, sentido cada vez con mayor profundidad interior, en oración, en exigencia de comunión y santidad en la Iglesia. Yo pienso que nunca como hay ha habido sacudidas tan fuertes en Interior de la Iglesia, y todos sufrimos. El Papa esta sufriendo tremendamente por el dolor de los hijos, por el sufrimiento de los hijos de la Iglesia y por la mediocridad y la deserción de los hijos en la Iglesia. Pero también es muy cierto que nunca hubo tantos santos vivientes, normales, en la historia como hoy. Cuando digo normales, no quiero decir que los otros no lo fueran; me refiero a que no nos damos cuenta que son sencillos, normales, que convivimos con ellos, que no llevan estigmas por fuera, pero los llevan por dentro.
Consagrados en la Iglesia. ---

Iglesia - Ficha nro: 270 (ord: 128)
Una Iglesia Pascual no es precisamente una Iglesia trinfalista. Al contrario, es la Iglesia de la cruz, y la esperanza, de la muerte y la fecundidad, del anonadamiento y la exaltación. Una Iglesia Pascual es esencialmente una Iglesia pobre. Una Iglesia que vive la libertad del desprendimiento y el gozo profundo del servicio. Una Iglesia que "va peregrinando entre las persecusiones del mundo y los consuelos de Dios, anunciando la cruz y la muerte del Señor hasta que El venga". Nada más contrario a una Iglesia Pascual que la seguridad humana, la tentación del poder o el deslumbre del prestigio. Una Iglesia Pascual es que simplemente anuncia y celebra que Cristo murió y resucitó, que se entregó totalmente y vive entre nosotros, que subió al Padre pero sigue peregrinando en el interior de la historia.
La Iglesia en América Latina. Escritos pasorales marplatense ---

Iglesia - Ficha nro: 271 (ord: 129)
Una Iglesia en misión -llena del Espíritu Santo- entra en el mundo para decirle a los hombres: "Felices los que trabajan por la paz" (Mt 5). Pero sabiendo que la paz es fruto de la justicia que hacemos todos y que nace antes en el corazón de los cristianos. Trabajar por la paz, entre nosotros, es proclamar la justicia y sembrar el amor.
La Iglesia en América Latina. Escritos pasorales marplatense ---

Iglesia - Ficha nro: 273 (ord: 130)
Todo cambio de estructuras, radical y profundo, debe hacerse desde dentro, con la efectiva participación de todos y la conveniente transformación interior. Se exige rapidez pero se excluye la precipitación y la violencia.
Escritos pastorales. ---

Iglesia - Ficha nro: 274 (ord: 131)
Es evidente que la Iglesia -Institución- manifiesta límites y fallas, pero es la Iglesia que ha querido Cristo, la Iglesia que mientras peregrina en el tiempo necesita ser constantemente purificada, sin embargo, habitada por Cristo y animada por el Espíritu de Dios.
Escritos pastorales marplatenses III ---

Iglesia - Ficha nro: 278 (ord: 132)
La Iglesia es ciertamente Cristo, pero no totalmente Cristo, por eso es frágil y experimenta en sus miembros el pecado. Es santa y necesita conversión. Ver que hay tensiones dentro de la Iglesia es nuestra propia congregación, en nuestra comunidad, no nos tiene que escandalizar. Tenemos que aprender a morir en la unidad. Dice Pablo a los Romanos: "Hemos sido salvación es objeto de esperanza y una esperanza que se ve, no es esperanza, pues ¿cómo es posible esperar una cosa que se ve? (Rom 8,24).
Consagrados en la Iglesia. ---

Iglesia - Ficha nro: 279 (ord: 133)
"Queremos ver a Jesús" (Jn. 12,20). En este mundo nuestro tan atormentado y difícil, sacudido por tanto desorden, división y violencia. Este mundo tan secularizado, quiere ver a Jesús. Me parece que es el grito más fuerte que expresado o no, sentimos hondamente: el grito más fuerte de los hombres, de hoy frente a la Iglesia, frente al sacerdote, frente a la vida consagrada: "Queremos ver a Jesús". Aquí nos planteamos nosotros un interrogante muy fuerte. La Iglesia, hoy, a través de sus instituciones, a través de sus estructuras, a través de sus obras ¿manifiesta a Jesús o no? Porque quieren ver a Jesús. Nuestras comunidades concretas, nuestros Institutos ¿manifiestan al Señor o no? Porque lo buscan a Jesús.
Consagrados en la Iglesia. ---

Iglesia - Ficha nro: 282 (ord: 134)
Se rompe la comunidad (comunión) en la Iglesia cuando perdemos nuestra propia identidad, cuando el sacerdote se seculariza o la religiosa se laiciza o el laico se clericaliza. Al perder nuestra identidad, perdemos la comunión. Se pierde la comunión familiar cuando no se da esa (situación) distinción, así como se pierde la comunión cuando no hay usa sustancial unidad dada por la profundidad del Cristo que se vive en familia.
Alegría cristiana. ---

Iglesia - Ficha nro: 283 (ord: 135)
¡La alegría en la Iglesia! ¡Cómo hemos perdido este sentido! Se ha apagado la alegría en nuestra Iglesia. Pablo decía: "Estad siempre alegres, os lo repito, estad alegres, pues el Señor está cerca". Pablo habla a la primera comunidad que vive en actitud firme, en vigilante espera, en la sencillez cotidiana del amor. Les dice: "Estad alegres, pues el Señor viene. porque el Señor ya vino, porque el Señor está presente". ¿Por qué hemos perdido la alegría? Puede haber motivos de tristeza en nosotros. Nos hemos estado mirando demasiado a nosotros mismos, sin mirar a Cristo que es la luz y por consiguiente la alegría y la esperanza. Entonces, todo es tiniebla, tristeza y desaliento. Hemos mirado parcialmente a Cristo. No hemos vivido, por ejemplo, al Cristo de las Bienaventuranzas que nos llama a la felicidad, a la alegría.
Consagrados en la Iglesia. ---

Iglesia - Ficha nro: 284 (ord: 136)
Hemos perdido la alegría porque hemos perdido el sentido de la cruz. Hace falta que venga el peregrino de Emaús y nos diga: ¡Hombres testarudos, no habéis entendido que por ahí tiene que pasar el Cristo para poder llegar a la gloria! ¿No sabes que el que está ahí precisamente el secreto de la felicidad? ¿No sabes que el que ha entendido esto ha sido Pablo que gritó: ¡Para mí no hay alegría más grande que la Cruz! ¿Sabes que la cruz es el secreto de la felicidad? Hemos perdido la alegría porque hemos perdido la profundidad interior, la serenidad que nos da la contemplación en la visión del mundo, de las cosas, y de los acontecimientos de la historia.
Consagrados en la Iglesia. ---

Iglesia - Ficha nro: 285 (ord: 137)
Tendremos que examinar si nuestra Iglesia, a través de sus estructuras, de sus instituciones, etc. manifiesta o no el misterio de Dios-Amor. Si nosotros, en la Iglesia, nos comprometemos a vivir la alegría de ese amor y comunicarlo a todos los hombres.
Consagrados en la Iglesia. ---

Iglesia - Ficha nro: 288 (ord: 138)
En esta unidad existe la diversidad de funciones y de carismas. Cada uno realiza a su manera la vocación cristiana- Una es la función de los pastores, otra la de los laicos. Unos son los carismas de los doctores y maestros, otros los de los fieles cristianos. La misión es la misma -hacer llegar toda la salvación a todos los hombres-, pero los caminos de salvación y del testimonio son diversos.
D ---

Iglesia - Ficha nro: 289 (ord: 139)
En esta unidad existe la diversidad de funciones y de carismas. Cada uno realiza a su manera la vocación cristiana- Una es la función de los pastores, otra la de los laicos. Unos son los carismas de los doctores y maestros, otros los de los fieles cristianos. La misión es la misma -hacer llegar toda la salvación a todos los hombres-, pero los caminos de salvación y del testimonio son diversos.
Diálogo con laicos. ---

Iglesia - Ficha nro: 295 (ord: 140)
La iglesia que nosotros formamos es la Iglesia del tiempo, la Iglesia imperfecta, la Iglesia pecadora. Es una Iglesia que va haciéndose, por eso no nos escandalicemos ante sus debilidades y pecados: somos la Iglesia de la peregrinación; pero precisamente porque estamos en camino, tenemos que ir caminando nosotros también. La Iglesia no está hecha del todo y la tenemos que ir haciendo cada día.
Consagrados en la Iglesia ---

Iglesia - Ficha nro: 296 (ord: 141)
La Iglesia tiene un momento inicial de nacimiento y es cuando el Espíritu Santo desciende al seno virginal de N.S. de Nazareth... cuando el hijo de Dios toma la fragilidad de la carne en el seno virginal de nuestrs Señora por la potencia del Espíritu Santo. Es la Iglesia de la Encarnació, del anonadamiento, de la pobreza; la Iglesia también de la interioridad, de la intimidad, de la contemplación. Llega el segundo momento de esta Iglesia, es la Iglesia de la Cruz. La Iglesia vuelve a nacer del costado de Cristo muerto en la cruz. El soldado abre el costado de Jesús con una lanza y brota sangre y agua. El tercer momento está marcado por la comunicación del Espíritu. Es el Pentecostés: la plena efusión, la consumada efusión del Espíritu Santo. La Iglesia que, como dice la LG había sido preparada desde los comienzos de los tiempos. Este momento es el momento de la manifestación, de la epifanía de la Iglesia. Es el momento apostólico, misionero, evangelizador de la Iglesia.
Consagrados en la Iglesia ---

Iglesia - Ficha nro: 297 (ord: 142)
Una Iglesia Pascual es una Iglesia pobre: desposeída de bienes materiales, desligada de todo poder temporal, alegremente crucificada, segura en el Señor y en la potencia vivificadora de su Espíritu. Una Iglesia "llena del Espíritu Santo" se manifiesta siempre -aún en la oscuridad y el peligro, la limitación y el pecado de sus miembros- con la inconmovible seguridad de Pentecostés. No hay peor signo que una Iglesia dubitativa y triste, insegura y temblorosa, desalentada y pesimista.
La Iglesia en América Latina. Escritos pastorales marplatens ---

Iglesia - Ficha nro: 298 (ord: 143)
La "opción preferencial por los pobres" no es "exclusiva ni excluyente", dice continuamente el Papa. Quiere decir que la Iglesia tiene un mensaje de salvación que ofrecer a los ricos y poderosos. En una verdadera opción por los pobres es esencial que la Iglesia ofrezca la riqueza de su fe a quienes, de un modo u otro, tienen en sus manos el destino de los pueblos. Además hay que educar y hacer crecer una fe comprometida a las generaciones jóvenes. En una verdadera opción por los pobres son esenciales a la educación y la cultura, la formación cristiana y de las clases dirigentes, la Liturgia y la Catequesis.
Diálogo con laicos. ---

Jesucristo - Ficha nro: 299 (ord: 144)
Cristo vive en la historia a pesar de los acontecimientos humanamente inexplicables y absurdos, a pesar de que pareciera que todo se quiebra.
Escritos pastorales marplatenses II. ---

Jesucristo - Ficha nro: 304 (ord: 145)
Pablo presenta a Cristo anonadado que "siendo de condición divina, no retuvo ávidamente el ser igual a Dios, sino que se despojó de sí mismo" (Fil 2,6). Eso significa la palabra Kénosis: vaciarse. Se vació de sí mismo y se hizo hombre, igual que los hombres; más todavía: "Tomando condición de siervo... y se humilló a sí mismo obedeciendo hasta la muerte y muerte de cruz" (Fil 2,7-8). Todo el proceso de anonadamiento de Cristo es hacerse hombre para hacernos a nosotros hijos de Dios; hacerse siervos para concedernos a nosotros la libertad de los hijos de Dios; hacernos siervos para concedernos a nosotros la libertad de los hojos de Dios; morir en la cruz a fin de darnos la vida, la gloria, la luz de la resurrección.
Consagrados en la Iglesia ---

Jesucristo - Ficha nro: 306 (ord: 146)
Jesús no es un superhombre que le dice al Padre: ¡Qué estupendo, Señor, fin llegó mi hora! NO. Le dice: ¡Señor, realmente es difícil este paso! ¿Por qué no cambiamos un poco los planes? Pero no se haga mi voluntad sino la tuya. Orar es estar en comunión.
Consagrados en la Iglesia ---

Juventud - Ficha nro: 309 (ord: 147)
Los jóvenes siguen fácilmente a los hombres grandes que viven con sencillez, a los hombres fuertes que viven con alegría y a los hombres sinceros que aman sin fingimiento.
Escritos pastorales marplatenses. ---

Jóvenes - Ficha nro: 310 (ord: 148)
Hacen falta jóvenes fuertes que tengan el coraje de construir el mundo desde adentro: con el trabajo, la alegría del servicio y la fecundidad de la esperanza.
Escritos pastorales marplatenses III. ---

Juventud - Ficha nro: 311 (ord: 149)
Lo primero que apreciamos en los jóvenes de hoy es el despertar a la personalidad. Es decir, descubrir cada día más el valor de la persona humana, la dignidad del hombre como imagen de Dios. Hay en esto una expresió de autenticidad. Una de las características de los jóvenes es precisamente ésta. Pero por eso tenemos que ser también nosotros auténticos con ellos y saber decirles las cosas, iluminarlos, orientarlos, corregirlos.
Escritos pastorales marplatenses III. ---

Juventud - Ficha nro: 312 (ord: 150)
Y quiero también hacer un llamado especial a los jóvenes -protagonistas hoy de una historia que les pertenece- a que sean constructivos mensajeros de esperanza y no pasivos profetas de calamidades o víctimas fáciles de una violencia tentadora.
Mensaje al pueblo cristiano. ---

Juventud - Ficha nro: 313 (ord: 151)
Todo movimiento juvenil tiene que enfrentar al muchacho a la chica, con el Evangelio, con la persona de Cristo. No podemos caer en un superficial muchachismo, en una demagogia barata. Tenemos que incorporar fuertemente al muchacho o a la chica, por autenticidad con ellos, al Cristo en la plenitud de sus exigencias. El Cristo tal como se nos manifiesta en el Evangelio. Es el Cristo de la oración, el Cristo de la cruz, el Cristo del servicio, el Cristo de la donación, el Cristo que glorifica al Padre y sirve a los hombres.
Escritos pastorales marplatenses III. ---

Juventud - Ficha nro: 314 (ord: 152)
Hay posibilidades inmensas en nuestra Iglesia de hoy. Basta pensar en la autenticidad de los jóvenes y en la búsqueda sincera de las generaciones nuevas. Nunca ha habido tantos santos misteriorsamente ocultos y normales. El Espíritu Santo está obrando de una manera fuerte y real en el interior de cada alma, en el corazón de los Pastores, en el seno de las comunidades cristianas. No tengamos miedo. Es una hora difícil y crucificante pero providencialmente rica y fecunda. La hora de la esperanza: de posibilidades inmensas, de dolor muy hondo, de fecundidad en la cruz.
Escritos pastorales marplatenses. ---

Juventud - Ficha nro: 315 (ord: 153)
Se advierte en nuestra juventud latinoamericana un fácil entusiasmo por el socialismo marxista un fuerte influjo, a diversos niveles de pensamiento y acción, de ideología marxista. El marxismo es acogido con frecuencia por la juventud como la gran esperanza para superar toda dependencia y construir una sociedad más justa. De aquí surge una fácil tentación de violencia como único camino para transformar las estructuras. Hay una pérdida de la virtud cristiana de la esperanza, una falta de confianza en la fuerza transformadora del Evangelio (en especial de la validez del Sermón de la Montaña y de las Bienaventuranzas Evangélicas).
Evangelización y liberación. ---

Juventud - Ficha nro: 316 (ord: 154)
¿Cómo tenemos que orar? La experiencia nos dice que los jóvenes tienen hambre de oración y esperan no sólo que oremos con ellos sino que les enseñemos a orar. Y les enseñaremos más que dándole lecciones teóricas, orando con ellos. Cuando se nos acerquen diciendo: cómo podemos orar, enséñanos a orar, vayamos a orar juntos y aprendamos con ellos.
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Juventud - Ficha nro: 317 (ord: 155)
Tentación de la violencia. Esto me preocupa mucho. La juventud de hoy está como desesperada y piensa que la única salida es la violencia. La violencia es la negación de la esperanza cristiana. Por eso tenemos que predicar tanto a los jóvenes el valor constructivo de la esperanza.
Escritos pastorales marplatenses III. ---

Juventud - Ficha nro: 318 (ord: 156)
Me dirijo a los muchachos y chicas a quienes Dios les está pidiendo algo, a quienes tal vez les está planteando un problema fundamental de vocación. Dios tiene derecho a irrumpir inesperadamente en la vida de un muchacho o de una chica y torcer el rumbo de su vida. Lo ha hecho conmigo y lo va a hacer con ustedes. Esto los hará inmensamente felices.
Alegría cristiana ---

Juventud - Ficha nro: 319 (ord: 157)
Si surgen nuevos tipos de opresión, si no se cambian desde su raíz, pero pacificamente, las estructuras injustas que nos oprimen, si no nos decidimos a vivir en la fecundidad del amor universal, nunca lograremos "disfrutar de paz y tranquiliad".
Escritos pastorales marplatenses II. ---

Acción - Ficha nro: 1 (ord: 158)
Cuando nosotros decimos que el momento es providencial decimos algo más que un momento oportuno. Decimos el momento único. Una misión que no se hace ahora no se hace nunca. Se hará otra parecida, inferior o superior, pero no la misma.
Notas de Pastoral Jocista --- Mayo -Junio 1956

Autosuficiencia - Ficha nro: 86 (ord: 159)
Una manifestación clara de la falta de pobreza es la seguridad en sí mismo y el desprecio de los otros… Es el mismo pecado de excesiva seguridad personal que aún en medio de la sinceridad de su amor por el Maestro, la hace peligrar y caer a Pedro… en definitiva, el rico, el que se siente seguro de sí mismo, no necesita del Señor. Por eso nunca poder creer de veras en Dios, cuya esencia es la bondad y la misericordia del perdón.
Alegres en la esperanza. ----

Cambio - Ficha nro: 87 (ord: 160)
No hay persona más fuertemente comprometida con la transformación de las estructuras, la liberación de los pueblos y la construcción de la historia que un contemplativo: sea que viva en el desierto de la trapa o en el ritmo agitado del mundo.
Evangelización y liberación. ----

Cambio - Ficha nro: 88 (ord: 161)
Lo nuevo en el cristiano –nuevo evangélicamente-, lo nuevo de la historia, es plenitud, consumación, integridad de lo que venía siendo dado. No es una ruptura con el pasado. Pretender formar un hombre radicalmente nuevo, rompiendo abismalmente con la tradición, es absurdo.
Escritos pastorales marplatenses. ----

Cambio - Ficha nro: 89 (ord: 162)
Hay tiempos nuevos que nosotros mismos improvisamos y apresuramos inconscientemente porque nos gustó lo novedosa sin darnos cuenta que lo nuevo era una cosa más profunda y que exigía siempre un proceso de conversión y la alegría de una muerte pascual. Hay tiempos nuevos que deseamos, esperamos y pedimos, pero aún no llegan.
Alegres en la esperanza. ----

Cambio - Ficha nro: 90 (ord: 163)
Nos acostumbramos a vivir junto al lago o a la montaña. Nos causa admiración o gozo el mar. Nos acostumbramos también a las personas. Por eso, con frecuencia, es más fácil amar a un extraño o ser más condescendiente y comprensivo con aquel quien no convivimos. Sin embargo, si el amor es verdadero, es constantemente creativo, por consiguiente, encuentra novedad todos los días.
Alegres en la esperanza. ----

Cambio - Ficha nro: 91 (ord: 164)
Hubo un período, en seguida después del Concilio, en que todas las congregaciones realizaron capítulos especiales del aggiornamiento, buscaron interpretar la Iglesia y se esforzaron por “ponerse al día”. Lo consiguieron en parte, pero en parte no. O porque avanzaron demasiado, o porque se quedaron sólo en una “adaptación” externa, o porque tocaron peligrosamente el carisma fundacional y lo cambiaron.
Alegres en la esperanza. ----

Cambio - Ficha nro: 92 (ord: 165)
La tentación de la violencia, tan fácil entre los jóvenes, nace precisamente de la comprobación de la necesidad de un cambio dentro de las estructuras. Parecieran haberse agotado los caminos. Sin embargo, mis amigos, tenemos que seguir predicando la fuerza de la transformadora del Evangelio.
Escritos pastorales marplatenses III. ----

Caridad - Ficha nro: 94 (ord: 166)
Hoy se nos exige una particular solidaridad con los pobres: compartir la experiencia del dolor, de su soledad, de su esperanza. No para quedarnos definitivamente en ello, sino para darle sentido desde la fe y ayudar a superarlo todo en la caridad… La pobreza no es un fin: es una forma de vivir la caridad que “todo lo espera y todo lo soporta” (1 Cor 13,7).
Alegres en la esperanza. ----

Comunidad - Ficha nro: 100 (ord: 167)
El Pueblo de Dios que se reúne a cantar, a celebrar la liturgia de Jesús, no puede sentirse separando al Pueblo de Dios que se reúne, por ejemplo, en Plaza de Mayo o en un estadio de fútbol. Se tiene que sentir ligado a ese pueblo, al que hay que dar a conocer más explícitamente al Señor, con el cual comparte una misma esperanza, al cual tiene que ayudar a que sea verdaderamente artífice de su propia historia.
Escritos pastorales marplatenses II. ----

Comunidad - Ficha nro: 101 (ord: 168)
… el gozo de la comunión fraterna. La misión no tiene que ser una aventura personal, tiene que nacer del testimonio de una comunidad, porque ellos son presencia de la comunidad. Es la comunidad la que evangeliza, la que misiona, aún cuando uno pueda tener más talento y más posibilidades que otro.
Consagrados en la Iglesia. ----

Comunidad - Ficha nro: 102 (ord: 169)
… es fundamental o formamos comunidades cristianas –profundas en la oración, fraternas en la caridad, generosas en la misión- o renunciamos a proclamar el Evangelio.
Alegría cristiana. ----

Conversión - Ficha nro: 104 (ord: 170)
No se pretenden conversiones ruidosas y provisorias. Se pretende ahondar la fe de los cristianos, iluminarla, madurarla, comprometerla con la vida. No se quiere tampoco enseñar algo nuevo y nunca oído. Sólo se quiere decir a los “humildes de corazón y a los que esperan” que Jesús entra en ellos y los salva, entra en sus hogares y les da la paz, quiere entrar en el mundo y hacerlo nuevo en el amor.
Alegría cristiana. ----

Crisis - Ficha nro: 106 (ord: 171)
No hay peor crisis que la crisis de la esperanza. Cuando el pesimismo y la desesperación se apoderan de un pueblo o de una comunidad, todo se destruye y paraliza.
Mensaje al Pueblo Cristiano. ----

Crisis - Ficha nro: 111 (ord: 172)
Existe hoy una fiebre de crisis. No es que no las haya, pero debemos hablar menos de ella y dedicarnos con ardor a superarlas. El pesimismo de los discípulos de Emaús –que no han sabido penetrar el misterio de la cruz en las Escrituras- es duramente reprochado por el Maestro resucitado (Lc. 24, 13-55). En vez de lamentaciones inútiles, activemos las riquezas que Dios ha puesto en nosotros. Somos siempre los auténticos “testigos de la Resurrección” de Cristo, los mensajeros de su cruz triunfal.
Diálogo con laicos. ----

Cristianismo - Ficha nro: 113 (ord: 173)
El evangelio no es cómodo ni tranquilizante. Ilumina y serena, pero inquieta, sacude y compromete.
El hombre nuevo en América Latina. ----

Cristianismo - Ficha nro: 114 (ord: 174)
Hace falta construir en la esperanza. Caminaremos en la unidad y sembraremos a nuestro paso la alegría fecunda de la caridad fraterna.
Escritos pastorales marplatenses III. ----

Cristianismo - Ficha nro: 117 (ord: 175)
Perdemos mucho tiempo, nos angustiamos mucho examinando a ver si amamos o no con amor, cuando todo está en creer que Dios nos ama. Si tenemos seguridad de qué Dios nos ama, si creemos de veras en el amor, nos dejaremos invadir por ese amor que cambia, transforma, santifica, crucifica y hace fecundas nuestras vidas.
Consagrados en la Iglesia. ----

Cristianismo - Ficha nro: 119 (ord: 176)
Hay que mirar los acontecimientos con realismo –convencerse de los peligros de afuera de las deficiencias de adentro, del avance impresionante del comunismo y de la lamentable insensibilidad de los cristianos, del cansancio de los buenos y del estancamiento de las instituciones apostólicas, pero mirarlos también con un fuerte optimismo sobrenatural.
Tener fe en la definitiva victoria de Cristo sobre el mundo, fe en la acción de la Iglesia y de sus sacerdotes, fe en la riqueza de sus miembros, creer en una nueva presencia de Jesús en la historia, asegurada por la acción del Espíritu Santo y de la Virgen, en esta real primavera de la Iglesia.
Diálogo con laicos. ----

Cristianismo - Ficha nro: 120 (ord: 177)
Nuestra religión no es una religió del temor, sino del espíritu de adopción, por el cual gritamos: ¡Padre! El amor echa afuera el temo. No habéis recibido una serie de leyes que os impiden caminar como la coraza que impedía caminar al niño David: “Habéis recibido una ley que os libera, que os hace ágiles”.
Consagrados en la Iglesia. ----

Cristianismo - Ficha nro: 121 (ord: 178)
La vida del cristiano es siempre “en Cristo Jesús” como en su medio vital y en su ámbito de acción. Ya no existen acciones vulgares o exclusivamente humanas en el bautizado; todo es divino, santificante e infaliblemente redentor. Cualquier palabra, gesto o tarea es siempre palabra gesto o tarea de Cristo en nosotros.
Diálogo con Laicos. ----

Cristianismo - Ficha nro: 124 (ord: 179)
La verdadera alegría es un fruto del Espíritu, y nace siempre del silencio y de la Cruz. Ahí está la serenidad solemne de la Virgen de la encarnación y del calvario para demostrarlo. Es la alegría de la gracia y de la gloria. Participación del infinito gozo de la Trinidad y anticipación de la indestrucitible alegría de los bienaventurados. Es la alegría de las almas que se sienten personalmente amados por el Padre y que por la Cruz van siendo configurados a la imagen de su hijo. Es la alegría de la entrega generosa a Cristo, la Iglesia, a los hombres, alegría del renunciamiento y de la donación que es la profunda alegría del amor. La raíz de la tristeza es el egoísmo.
Diálogo con laicos. ----

Cristianismo - Ficha nro: 127 (ord: 180)
Los jóvenes siguen fácilmente a los hombres grandes que viven con sencillez, a hombres fuertes, que viven con alegría, a hombres sinceros que aman “sin fingimiento” (Rom. 12, 9)
Alegres en la esperanza. ----

Cristianismo - Ficha nro: 130 (ord: 181)
Obispos, presbíteros, religiosos, religiosas y laicos que se rompe la comunión en la Iglesia cuando perdemos nuestra propia identidad, cuando el sacerdote se seculariza o la religiosa se laiciza o el laico se clericaliza.
Escritos pastorales marplatenses IV. ----

Cristianismo - Ficha nro: 131 (ord: 182)
Lo nuevo de Jesús es la interior, es decir, lo auténtico, eso que precisamente busca la juventud de hoy. ¿Por qué los jóvenes nos abofetean y muchas veces con razón? ¿Por qué? Porque les hemos mostrado algo que no era lo auténtico. Les hemos mostrado un cristianismo superficial, muy poco profundo. Les hemos entregado un cristianismo con largos preceptos pero con muy poca vida. Les hemos dado excesivas normas y les hemos comunicado poco espíritu.
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Cristianismo - Ficha nro: 132 (ord: 183)
Necesito, para creer, ser más pobre y humilde, más limpio de corazón y misericordioso, más amante de la soledad y de la oración. Si tengo demasiadas cosas o mi corazón se encierra adentro o se dispersa en la superficialidad de afuera, no alcanzaré a descubrir la Cruz y a recibir la Palabra. No comprenderé jamás que “la Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros” (Jn. 1,14).
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Cristianismo - Ficha nro: 133 (ord: 184)
¡No tener miedo! Es una de las elementales urgencias del Evangelio. Una de las señales de la presencia de Dios y de la comunicación de su salvación (…). El miedo, cuando es sereno, nos hace orar con intensidad y confianza. Con esa intensidad filial –hecha de experiencia del dolor y aceptación gozosa de la cruz- con que ora Jesús en Getsemaní (Mt. 26,39). El miedo nos puede destruir. Pero también nos puede salvar. Todo depende de una cosa: si nace de veras de nuestra pobreza y así nos lleva a confiar inquebrantablemente en Dios. Pero si el miedo se da en nosotros como simple experiencia de nuestra incapacidad natural y como vergonzosa huída de la posibilidad del fracaso, nos inhibe para el compromiso y nos derrumba.
Escritos pastorales Marplatenses II. ----

Cristianismo - Ficha nro: 134 (ord: 185)
No es lo mismo un cristiano convertido –que ha encontrado de veras al Señor y descubierto que Dios es su Padre- que un cristiano que ha perdido la fecundidad y la alegría pascual de su Bautismo. Lo nota enseguida la gente. Se da cuenta enseguida si la fe que profesa es un “puro compromiso” por temor, o más bien un amor que nos compromete de veras con la vida.
Escritos pastorales marplatenses III. ----

Cristianismo - Ficha nro: 135 (ord: 186)
Engendrar la fe en el corazón de los cristianos es comprometerlos para la vida.
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Cristianismo - Ficha nro: 136 (ord: 187)
Si los cristianos tienen hoy una responsabilidad es la de ser mensajeros de alegría y de esperanza, la de ser, por fidelidad al Evangelio, los auténticos artífices de la Paz: “Felices los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios (Mt. 5,9).
Alegría cristiana. ----

Cruz - Ficha nro: 137 (ord: 188)
Entiende que la cruz es esencial en la vida de Cristo y no um accidente lamentable y transitorio.
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Dios - Ficha nro: 139 (ord: 189)
Si los hombres nos convenciéramos de que Dios nos ama, todo cambiaría en nuestra vida.
Escritos pastorales marplatenses II ----

Dios - Ficha nro: 140 (ord: 190)
Hemos oscurecido la experiencia de Dios y olvidado el sentido de lo absoluto. Nos ha deslumbrado lo provisorio y hemos perdido el horizonte de la Ciudad Futura que esperamos.
Evangelización y liberación. ----

Dios - Ficha nro: 141 (ord: 191)
Quizás la angustia contemporánea, fuente de continuas neurosis y desequilibrios psíquicos, provenga en definitiva de esto: de haber perdido los hombres –lamentablemente también nosotros los cristianos- la conciencia de que “Dios es Amor”. Por eso el grito más fuerte del testigo hoy debiera ser éste: “Dios es Padre y nos ama”. Esto hay que descubrirlo, vivirlo y proclamarlo, aún en medio de la tribulación y el sufrimiento. Más aún, es entonces cuando el testimonio más claro, más fuerte y más válido.
Escritos pastorales marplatenses IV. ----

Dios - Ficha nro: 142 (ord: 192)
… un cristiano es aquel que “ha conocido y cree en el amor que Dios nos tiene”. (1 Jn. 4,9). Por eso es inconmoviblemente alegre: con una alegría muy honda e imperdible, muy serena y contagiosa, muy nacida en el silencio y la cruz.
Escritos pastorales marplatenses IV. ----

Dios - Ficha nro: 143 (ord: 193)
… seremos alegres si somos pobres y contemplativos, si vivimos en la cruz y nos abrimos al servicio en la cruz y nos abrimos al servicio a los hermanos. Si verdaderamente experimentamos y celebramos el Dios que es Amor al Padre que nos revela en Jesucristo, al Espíritu Santo que nos grita adentro “con gemidos inefables” (Rom. 8,26) que el Padre nos ama, obra siempre maravillas en nosotros y sigue siendo fiel a sus promesas.
Escritos pastorales marplatenses IV. ----

Dios - Ficha nro: 144 (ord: 194)
Han fallado muchos cálculos humanos. Han fallado, sobre todo, la superficial promesa de los hombres. Sólo Dios es verdaderamente fiel.
Escritos pastorales marplatenses III. ----

Educación - Ficha nro: 146 (ord: 195)
No muchas cosas sino bien asimiladas y organizadas. Que tenga, más vale, la inteligencia “formada” y que sepa deducir virtualidades contenidos en los principios.
Rev. Notas de Pastoral Jocista. ----

Educación - Ficha nro: 147 (ord: 196)
Formar es difícil. Es la tarea más larga, la más dolorosa y la más divina. Exige, a veces, casi toda una vida. Y al final de ella –pese a todos nuestros esfuerzos- hemos formado muy pocos o no hemos podido formar plenamente a nadie. Dios exige, a veces, nuestro aparente fracaso para que otros fructifiquen. Casi todos los sacerdotes hemos sentido, alguna vez, la terrible tentación del desaliento.
Notas de Pastoral Jocista. ----

Educación - Ficha nro: 148 (ord: 197)
Formar es entregar parte de nosotros mismos. Permanente donación de nuestros talentos, de nuestro tiempo, de nuestra tranquilidad, de nuestra salud y de nuestra vida. Con la perspectiva, a veces de que toda esa donación es infructuosa humanamente y hay que volver a comenzar dolorosamente de nuevo. La humillación de un aparente fracaso nos hace espiritualmente bien y nos consolida.
Notas de Pastoral Jocista. ----

Educación - Ficha nro: 149 (ord: 198)
La comunicación de la fe no parte simplemente de la inteligencia del educando. Parte del testimonio de una comunidad que vive la fe en el dinamismo de la caridad (…).
Comunidad de fe, de esperanza creadora, de amor servicial entre los educadores. Es muy real la expresión de Jesús: “Todo reino dividido se destruye”. Pueden ser geniales los profesores de un colegio católico. Como individuos pueden dar testimonio magnífico. Pero lo que cambia el mundo, lo que verdaderamente transforma es el testimonio de una comunidad que vive en el amor.
Escritos pastorales marplatenses II. ----

Educación - Ficha nro: 150 (ord: 199)
Los educadores no trasmiten simplemente una ideología. Tratan de descubrir el único plan de Dios en la historia y de formar a los hombres de acuerdo a ese plan. Esto exigiría al educador no contentarse con trasmitir un libro estudiado o aprendido hace tiempo sino penetrar, con sencillez de pobre y madurez de adulto, en la persona de Cristo y en las exigencias concretas de su Evangelio.
Escritos pastorales marplatenses II. ----

Educación - Ficha nro: 151 (ord: 200)
No es lo mismo educar hoy en la fe que hace diez años. Las exigencias de la fe son hoy mucho más fuertes y comprometedoras. No podemos contentarnos con lo que nosotros hemos aprendido o superficialmente actualizado. Necesitamos constantemente correr al ritmo de la historia y asumir los riesgos que el Espíritu de Dios va ofreciendo a los Cristianos. Un educador auténtico es el que se mantiene siempre en permanente actitud creadora y compromete a sus educandos a que sean ellos también dinámicamente creadores.
Escritos pastorales marplatenses II. ----

Enfermos - Ficha nro: 152 (ord: 201)
Los enfermos constituyen una forma cotidiana de pobreza: por el dolor mismo de la enfermedad y por la soledad e incapacidad que la acompaña. Sienten más que nadie la necesidad de alguien que simplemente los ame y les sonría.
María y los pobres. ----

Escuela - Ficha nro: 153 (ord: 202)
Cuando una comunidad educativa vive fundamentalmente el amor es ciertamente una comunidad alegre. Es el testimonio más claro de que Dios está allí y Cristo se ha hecho presente. Si simplemente nos limitamos a cumplir bien nuestra tarea pero aislados, nunca construiremos una auténtica comunidad educativa.
Escritos pastorales marplatenses III. ----

Escuela - Ficha nro: 154 (ord: 203)
No podemos darnos el lujo de tener un Colegio Católico simplemente para defender o preservar la fe. Se trata de asumir comunitariamente con el Obispo la interiorización de la fe, la maduración y el compromiso de la fe.
Escritos pastorales marplatenses III. ----

Esperanza - Ficha nro: 156 (ord: 204)
Los hombres tienen derecho a que nosotros esperemos contra toda esperanza, seamos constructores positivos de la paz, comunicadores de alegría y verdaderos profetas de esperanza.
Meditaciones para tiempos difíciles. ----

Esperanza - Ficha nro: 157 (ord: 205)
… la esperanza cristiana no se apoya en los talentos o la fuerza de los hombres. Sólo se apoya en la bondad del Padre, para quien nada es imposible (Lc. 1,37).
Escritos pastorales marplatenses IV. ----

Esperanza - Ficha nro: 161 (ord: 206)
La esperanza cristiana exige la cruz. Nace cuando humanamente todo se quiebra y oscurece, como en la Pasión y Muerte de Jesús. Por eso no es nada cómoda ni fácil… El Espíritu la afirma en nosotros como virtud activa y creadora.
Reflexiones pastorales sobre el hombre nuevo. ----

Esperanza - Ficha nro: 162 (ord: 207)
La esperanza de uno solo se quiebra fácil. Santo Tomás enseña que la esperanza tiene una dimensión fuerte que le viene del amor (S. Theal. 2,2, 17,3). Podemos esperar por la unidad del amor, con la esperanza de otros.
Reflexiones pastorales sobre el hombre nuevo. ----

Esperanza - Ficha nro: 164 (ord: 208)
El corazón de un sacerdote o de una religiosa se vuelve seco, amargo y agresivo si pierde la esperanza. La historia de los hombres pierde su rumbo si los responsables de los pueblos le comunican su cansancio, su desaliento y pesimismo. Todo queda en la oscuridad y sin sentido.
Escritos pastorales marplatenses IV. ----

Esperanza - Ficha nro: 168 (ord: 209)
En el Antiguo Testamento el profeta Elías es profeta de la esperanza pero llega un momento en que sufre una gran tentación de desaliento. Perseguido por la reina Jezabel, escapa al desierto. Ha empezado la tarea solo, y éste es el riesgo de la esperanza. Comienza a caminar por el desierto, no puede más, el sol quema y se sienta debajo de una retama y dice: “¡Señor, basta, no puedo seguir más, no quiero seguir viviendo!”. Es la expresión más gráfica del desaliento.
¡Cuántas veces pudo habérsenos ocurrido también a nosotros esto! ¡Ya no aguanto más en esta casa; no aguanto más en la congregación; no soporto más lo que está sucediendo en la Iglesia! ¡Señor, quiero morirme! Tentación de desaliento, crisis de esperanza. (…)
Qué bueno es encontrar en la vida a alguien que, cuando nosotros nos sentimos desalentados se acerque y nos diga: “Levántate y come, aún te queda mucho camino”. ¡Qué bueno es encontrar a una persona amiga que sea como el signo de aquel ángel de la esperanza,que nos comunique la esperanza!
Consagrados en la Iglesia. ----

Esperanza - Ficha nro: 170 (ord: 210)
Esperar no es simplemente aguardar. Es esencialmente caminar hacia el encuentro con el Señor construyendo cada día el Reino y escribiendo cada día una página nueva de la historia de los hombres. Esperar es estar seguros de que Jesús vive y, por eso mismo, caminar juntos hacia el gozo del encuentro definitivo, “estaremos siempre con el Señor” (1 Tes. 4,17). Siendo cotidianamente fieles, a nuestra misión y esforzándonos por cambiar el mundo según el esquema del evangelio.
Alegres en la esperanza. ----

Esperanza - Ficha nro: 171 (ord: 211)
Yo quisiera más que nunca gritaros la esperanza, no porque el cielo está claro, sino porque está muy oscuro. No olvidéis que también se puso oscuro, totalmente de noche, cuando se produjo la luz de la Pascua, cuando en la tarde del Viernes el mundo fue reconciliado con el Padre por la sangre de Jesús. Amanecía la luz, era indicio de que amanecía la luz. Las tinieblas cubrieron la Tierra. Ahora también se hace de noche, porque hay muchas dificultades. Por eso tiene que ser el momento de la esperanza; más que nunca apoyarse en el Cristo Pascual, en la firmeza del Espíritu y gritar al mundo la serenidad del Cristo vivo: ¡Cristo está aquí!
Consagrados en la Iglesia. ----

Esperanza - Ficha nro: 177 (ord: 212)
La esperanza nos ubica frente al problema de la violencia. Se acude a ella porque ya “no hay una salida”, porque “se agotaron las posibilidades pacíficas”, porque “desesperamos de la potencia transformadora del Evangelio”… Esto se da particularmente en los jóvenes. Es el único modo, se dice, de entender el Evangelio y de comprometer la fe. Lo cual es absurdo y peligroso.
Reflexiones pastorales sobre el hombre nuevo. ----

Esperanza - Ficha nro: 158 (ord: 213)
La esperanza no es pasiva y ociosa: es una fuerza, es cambio, es compromiso, es constancia, es tenacidad, es coraje.
Encuentro Nacional de Juventud, Córdoba. ---12-15 de septiembre de 1985.

Eucaristía - Ficha nro: 232 (ord: 214)
O sacrum convivium in quo Christus sumitur (alegría del Pan que deleita, robustece y diviniza). Recolitur memoria Passionis eius (alegría de la configuración a Cristo por su Cruz). Mens impletur gratia (alegría de la plenitud de vida beatificante). Et futurae gloriae nobis pignus datur (Alegría de la eternidad en la comunión de cada mañana).
Notas de pastoral jocista. ---19530600

Jesucristo - Ficha nro: 300 (ord: 215)
Hay que buscarlo a Cristo donde está: en las Escrituras y en los Padres, en el Sagrario y en la Cruz, en nosotros mismos y en los demás. Saberlo leer y estudiar, saberlo aprender y predicar, saberlo contemplar y vivir: "Yo no sé otra cosa que a Cristo y Cristo crucificado".
Notas de pastoral jocista. ---19530800

Espiritualidad - Ficha nro: 185 (ord: 216)
Cuando se ama la verdad con toda el alma se tiene autoridad para decir bien todas las cosas.
Notas de pastoral jocista ---19531000

Espiritualidad - Ficha nro: 189 (ord: 217)
La generosidad con Dios es santidad: con los hombres es donación.
Notas de pastoral jocista ---19560400

Espiritualidad - Ficha nro: 192 (ord: 218)
Es una virtud sobrenatural infusa y don del Espíritu Santo. Nada tiene que ver con la audacia temperamental y desafiante del testigo. Esta puede faltar a veces y en todo caso es siempre infecunda. Por eso son perniciosas algunas imitaciones externaas -simples bravuconadas personales- que nada tienen que ver con la Fortaleza del Espíritu Santo. Esta fortaleza es necesaria: a) Cuando hemos de predicar una verdad que duele y no halaga. b) Cuando hemos de romper nuestra comodidad para la acción sacrificada. c) Cuando hemos de sentir la amargura inmediata del fracaso.
Notas de pastoral jocista ---19560400

Espiritualidad - Ficha nro: 219 (ord: 219)
La veracidad es parte potencial de la justicia (II-II, q 109 ss). Supone fidelidad en las promesas y simplicidad en las palabras y en los hechos. Vivimos en una época de mentira oficializada. La fuerza de tener que encontrar soluciones a todo y de tener que complacer a todo el mundo, nos hacemos dobles. Nos acomodamos a todos. Nos acomodamos al mundo. Lo cual es signo distintivo de mediocridad. A la veracidad se oponen la mentira, la simulación e hipocrecía, la jactancia e ironía o falsa humildad. La falta de veracidad exterior acusa falta de veracidad interior.
Notas de pastoral jocista ---19560400

Humildad - Ficha nro: 247 (ord: 220)
La humildad -que los hombres de la ciudad valoran inmensamente aún desde el punto de vista humano- es una virtud activa: no es simple negación o pasividad.
Notas de pastoral jocista ---19560400

Espiritualidad - Ficha nro: 184 (ord: 221)
Cada uno de nosotros tiene (también) su hora. Es la hora de su misión y de su entrega. Ese momento histórico en que cada una de nosotros tiene que vivir y realizar su misión ineludible.
Notas de pastoral jocista ---19560600

Espiritualidad - Ficha nro: 202 (ord: 222)
La "hora de Jesús" coincide con la "hora del poder de las tinieblas". Cada uno de nosotros tiene también su hora. Es la hora de su misión y de su entrega. Hay que saber descubrirla, preparala bien y vivirla con intensidad. Es la hora personal -en la que cada uno de nosotros tiene- entran también dos elementos: El elemento divino: hay que penetrar por la fe el momento histórico para descubrir la voluntad del Padre para nosotros. Importa sobremanera descubrir ese plan, por la fe y entregarse a realizarlo con amor. El elemento humano: hay que interpretar los hechos. La primera condición es observarlos y respetarlos; no podemos negarlos, desfigurarlos o minimizarlos. Cualquier actitud de los hombres que nos rodean deber ser fielmente analizada. Nuestra misión propia depende de la fidelidad con que atendemos los hechos y los hombres que nos rodean.
Notas de pastoral jocista ---19560600

Espiritualidad - Ficha nro: 203 (ord: 223)
Con facilidad vivimos en la imaginación repasando el pasado o proyectando el futuro; la mejor manera de recoger o de reparar lo ido y de preparar lo venidero es vivir intensamente lo presente, nuestra hora, nuestro momento. Con toda la riqueza providencial de que viene cargado. La misión del cristiano es vivir su hora, con sus problemas y sus riquezas.
Notas de pastoral jocista ---19560600

Espiritualidad - Ficha nro: 204 (ord: 224)
Fuimos hechos para vivir en la eternidad; nuestra verdadera vida es la eterna. Pero vivir la eternidad no significa sólo vivir en la esperanza, huyendo del tiempo, con la mirada puesta en el cielo. Significa, sobre todo, vivir en el presente iluminado por la fe. Vivir eternizados en el momento presente.
Notas de pastoral jocista ---19560600

Espiritualidad - Ficha nro: 182 (ord: 225)
Vivimos la serenidad, pero también en permanente insatisfacción. Estamos siempre en movimiento.
Notas de pastoral jocista ---19571200

Espiritualidad - Ficha nro: 187 (ord: 226)
Lo que debe caracterizar nuestra vida es una inquietud serena de Dios. La inquietud impide el estancamiento y la mediocridad; la serenidad impide el desaliento y la desesperación. No mirar demasiado adelante, ni demasiado atrás: vivir eternizador en el minuto presente.
Notas de pastoral jocista ---19571200

Espiritualidad - Ficha nro: 191 (ord: 227)
"Obrar justamente pertenece a la fortaleza" dicen San Agustín y Santo Tomás. La fortaleza se refiere a las cosas arduas y difíciles. Y cosa bien ardua es realizar las obras todas, las virtudes (que comunmente se llaman "obras de justicia") con un deseo insaciable; lo cual se expresa por el hambre y la sed de justicia.
Notas de pastoral jocista ---19571200

Espiritualidad - Ficha nro: 206 (ord: 228)
Tener hambre y sed de justicia es tener hambre y sed de santidad. La vida cristiana es eso: un movimiento sereno hacia la santidad. Es nuestra vocación: "Dios nos eligió para que fuéramos santos" (Ef. 1,4). Es nuestro único problema. La santidad no es un privilegio, es una obligación (la única fundamental). Pero mientras vivimos somos únicamente los realizadores de la santidad. Sólo Dios es Santo. Nosotros lo somos en la medida en que nos vamos asemejando a El, lo cual conseguiremos plenamente "cuando lo veamos tal cual El es" (I Jn. 3,2).
Notas de pastoral jocista ---19571200

Espiritualidad - Ficha nro: 207 (ord: 229)
"Mi comida es hacer la Voluntad de Aquel que me ha enviado y cumplir su obra" (Jn. 4,34). La santidad consiste, concretamente, en aceptar sencillamente la voluntad del Padre y entregarse a ella con generosidad. En la monotonía del deber diario, en los acontecimientos humanamente absurdos o en las grandes cruces. Hace falta mucha fe paar ello: una especie de intuición sobrenatural permanente. Una de las grandes cruces (quizás la cruz más aguda junto con la experimentación de nuestra propia miseria) es ésta: no saber qué es lo que quiere Dios nosotros. Si hay silencio en nuestro interior, desprendimiento y pureza, siempre lo sabremos. Al menos, sabremos que la voluntad del Padre es que aceptemos nuestra incertidumbre y que recemos con intensidad.
Notas de pastoral jocista ---19571200

Espiritualidad - Ficha nro: 218 (ord: 230)
La santidad consiste, concretamente, en aceptar sencillamente la voluntad del Padre y entregarse a ella con generosidad. En la monotonía del deber diario, en los acontecimientos humanamente absurdos o en las grandes cruces. Hace falta mucha fe paar ello: una especie de intuición sobrenatural permanente. Una de las grandes cruces (quizás la cruz más aguda junto con la experimentación de nuestra propia miseria) es ésta: no saber qué es lo que quiere Dios nosotros. Si hay silencio en nuestro interior, desprendimiento y pureza, siempre lo sabremos. Al menos, sabremos que la voluntad del Padre es que aceptemos nuestra incertidumbre y que recemos con intensidad. El dolor más grande de la Virgen fue no entender la Palabra de Jesús cuando lo encontró perdido en el Templo. Pero aceptó la Voluntad del Padre sin entenderla. No se nos pide que la entendamos sino que la realicemos.
Notas de pastoral jocista ---19571200

Eucaristía - Ficha nro: 231 (ord: 231)
No basta comulgar todos los días. Hay que sentir hambre creciente de Jesús. Cada comunión nos sacia y ahonda, al mismo tiempo, nuestra capacidad de El. Seremos transformadores en la medida de nuestros deseos.
Notas de pastoral jocista. ---19571200

Esperanza - Ficha nro: 180 (ord: 232)
Una cosa es tener esperanza teologal -que espera a Dios y se apoya en Dios- y otra es tener optimismo humano (que depende del temperamento, de los días y de las cosas). No es auténtica esperanza, sino falta de realismo, creer que todas nuestras Instituciones Parroquiales marchan, que nuestra gente es santa, que nuestra Iglesia está llena de hombres.
Notas de pastoral jocista ---19580600

Humildad - Ficha nro: 248 (ord: 233)
Supone la justa valoración de "las maravillas" obradas por Dios en nosotros y por nosotros. En la negación de los dones de Dios puede haber mucho de cobardía y de amor propio. La muestra debe ser una humildad activa: que supone reconocimiento sincero de nuestra pequeñez y generosa disponibilidad a la voluntad de Dios. Es la doble actitud de la Virgen de la Encarnación "He aquí la esclava del Señor; hágase en Mí según tu palabra".
Notas de pastoral jocista ---19580600

Espiritualidad - Ficha nro: 190 (ord: 234)
Es ver el mundo y las cosas desde la perspectiva de Dios y para la gloria del Padre. Es una participación en la mirada de Dios y un preludio de la futura visión.
Notas de pastoral jocista ---19581200

Espiritualidad - Ficha nro: 225 (ord: 235)
Es un estado de liberación interior. Una justa valoración de las cosas y de los hombres en su condición de medios. Supone la libertad de lo material y de lo espiritual simplemente humano. Es una total posesión de las cosas en su orientación al fin último. En este estado de desprendimiento el que le confiere serenidad y seguridad a nuestras acciones. Impide que nos adhiramos a las cosass y a los hombres y nos contagien su vacío y su nada. A ello se refiere la bienaventuranza de los "corazones puros" que exige una liberación total de lo creado para poder verlo a Dios.
Notas de pastoral jocista ---19581200

Iglesia - Ficha nro: 293 (ord: 236)
A veces los cristianos -y con particular frecuencia los Obispos- sentimos la tentación del desánimo y del cansancio. El miedo se nos gana por dentro. Pareciera que todo se rompe en la Iglesia, humanamente es lógico que temamos. Nunca habíamos sentido -al menos nosotros- tan de cerca y tan sacudidoramente fuerte la crisis. Vemos amenazadas estructuras que parecían inconmovibles. Las mismas verdades dogmáticas son puestas entre paréntesis y revisadas. Es sobre todo, cuestionada fuertemente la disciplina y puesta en duda la obediencia. Desaparece el sentido de lo sacro y el secularismo invade el pensamiento y las instituciones. Casi nada de lo que hacíamos es válido. Muy poco de lo que predicamos interesa. ¿Qué sentido tiene abrir el Evangelio y meditarlo en silencio? ¿Vale la pena hablar de Dios en un mundo que no lo necesita y que declaró su muerte? ¿Es posible la oración? ¿Tiene todavía eficacia el Sacramento? ¿Qué es la vida consagrada? ¿Quién es el sacerdote? ¿Vale la cruz? No sabemos cómo presentarnos y exigir. Ni siquiera sabemos, en el fondo, qué nos pide el Evangelio. Y todos reclamamos -cada cual a su gusto- "fidelidad al Evangelio". Todo se ha vuelto misteriosamente difícil en la Iglesia. Ser obispo, por ejemplo, es verdaderamente heroico. ¿Hay alguien que humanamente cuerdo pueda desearlo? Sólo puede aceptarse como forma de servicio y escuela de santidad.
La Iglesia en América Latina. Escritos pastorales marplatens ---19721111

Alegría - Ficha nro: 9 (ord: 237)
¡Es tan fácil perder humanamente la alegría! Los hombres y las cosas nos resultan con frecuencia adorablemente crucificantes'.
Queremos ver a Jesús - Retiro en el Vaticano ---1974

Alegría - Ficha nro: 10 (ord: 238)
Quién vive la sinceridad del amor ( Rom. 12,9) irradia necesariamente ' la alegría de la esperanza'(Rom.l2,12). Insistimos en que la alegría sólo se da de veras en las almas que sufren en silencio y que en la serenidad de la cruz saben descubrir que el Padre los visita por amor para hacerlas felices y fecundas.
Queremos ver a Jesús - Retiro en el Vaticano ---1974

Alegría - Ficha nro: 26 (ord: 239)
Si, en definitiva, nos preguntamos por qué estamos tristes, la respuesta es la siguiente: no creemos que Dios es nuestro Padre y nos ama, no creemos que Jesús vive, nos eligió y nos envía, no creemos que el Señor viven y está cerca, está adentro e inhabita en nosotros. Para ser alegres hace falta vivir a fondo las virtudes teologales: Jesús vino para hacernos felices, damos la paz y llevarnos al Padre.-
Queremos ver a Jesús- Retiro en el Vaticano ---1974

Amistad - Ficha nro: 34 (ord: 240)
Son tres gestos normales, pero profundos y nuevos, que revelan una amistad auténtica; acercarse a quien sufre, esta triste y desalentado, interesarse profundamente por él, tratar de comprenderlo, compartir su sufrimiento y su soledad, dar sentido a su cruz como camino de esperanza, partirle el pan de la amistad, entregarle nuestro afecto verdadero, nuestro tiempo, compartir con él nuestra alegría y nuestra seguridad en el Cristo resucitado y vivo.
Queremos ver a Jesús - Retiro en el Vaticano ---1974

Apostolado - Ficha nro: 57 (ord: 241)
Necesitamos esta faerza del Espíritu contra el peligro del cansancio, el miedo, el pesimismo, tan frecuentes en la Iglesia de hoy. No olvidemos nunca: somos los primeros testigos de la Pascua. No nos el lícito declararnos derrotados, cruzar desalentados los brazos, contagiar a los otros nuestra tristeza. La cruz tiene dos caras; saboreamos en silencio la primera- fuerte , oscura , difícil - para que el mundo goce la alegría, la resurrección, la esperanza de la segunda. No olvidemos que somos los hombres de Pascua.
Queremos ver a Jesús - Retiro en el Vaticano ---1974

Apostolado - Ficha nro: 58 (ord: 242)
Es una de las exigencias más fuertes de Jesús en la formación de los apóstoles: Pobreza, fe, cruz, caridad, esperanza: 'El Hijo del hombre no tiene donde reclinar su cabeza'. 'Todo es posible para el que cree'. 'Si alguien quiere venir por mi, tome su cruz cada día', 'Amaos como yo os he amado'. 'No se turbe nuestro corazón ni tenga miedo'. Esta exigencia de fe se nos hace particularmente fuerte en los momentos que vivimos: sea por ias expectativa de los hombres(particularmente de los jóvenes); nos exigen una fe segura e iluminadora, madura y comprometida, como entrega radical a Dios y como respuesta a los que nos piden 'razón de nuestra esperanza'.
Queremos ver a Jesús-Retiro Vaticano ---1974

Celibato - Ficha nro: 98 (ord: 243)
La luz es símbolo de serenidad, de gozo, de esperanza. Solamente pueden comunicarla personas que viven el Misterio pascual, que aman la cruz y son profundamente contemplativas.
Hay un modo especial y privilegiado de ser “luz en el Señor” y de comunicar claridad de la luz a los hermanos: es el de los que viven el carisma de la castidad consagrada, del celibato sacerdotal. El Señor nos ha elegido para ser testigos consagrados de la Luz. Porque la castidad consagrada nos une indivisible y definitivamente al Señor, nos hace particularmente transparentes a Dios y a los hombres.
Queremos ver a Jesús – Retiro en el Vaticano. ---1974

Celibato - Ficha nro: 99 (ord: 244)
Cuando el celibato es vivido auténticamente como plenitud de amor, la caridad pastoral se hace particularmente transparente y fecunda: como oblación gozosa a Cristo, como íntima y sincera amistad sacerdotal, como generoso servicio a los hombres.
Queremos ver a Jesús – Retiro en el Vaticano. ---1974

Cristianismo - Ficha nro: 123 (ord: 245)
Dios nos hizo para la alegría, no para la tristeza, nos creó para la vida, para la muerte, nos puso en camino de esperanza, no de cansancio y desesperación. Si queremos ahondar el tema de la alegría en el Nuevo Testamento –la actitud de Jesús frente a la alegría-, tenemos que meditar y gustar a fondo las bienaventuranzas. Con alma de pobres, corazón sencillo y sabiduría de santo.
Queremos ver a Jesús – Retiro en el Vaticano. ---1974

Cristianismo - Ficha nro: 126 (ord: 246)
Solo puede trasmitirse alegría a quien vive a la escucha de la Palabra de Dios y entra en el dinamismo de un profundo amor a Dios y a los hermanos. Dicho más sencillamente: sólo es alegre quien reza con autenticidad y ama de veras a Cristo y a los hombres.
Queremos ver a Jesús – Retiro en el Vaticano. ---1974

Cristianismo - Ficha nro: 129 (ord: 247)
La esperanza cristiana sólo empieza cuando acaban todas las esperanzas humanas, cuando fracasan todas las esperanzas humanas, cuando fracasan todos los resortes humanos, cuando aparentemente todo se quiebra. Entonces es el tiempo para esperar de veras. Pero se necesitan corazones fuertes, llenos de fe. “Una esperanza que se ve, ya no es más esperanza” (Rom. 8,24). La esperanza nace del corazón de la cruz pascual. Es la única verdaderamente estable y que no defrauda. La esperanza no es para corazones débiles o superficialmente optimistas. Es, esencialmente, para corazones fuertes, acostumbrados a sufrir y a morir.
Queremos ver a Jesús – Retiro en el Vaticano. ---1974

Caridad - Ficha nro: 96 (ord: 248)
La caridad exige también la oración: cuando se vive en la superficialidad y la dispersión, difícilmente se es sereno y comprensivo, fácilmente nos volvemos agrios, indiferentes y violentos. Diríamos que la caridad es fruto de la oración, pero nadie puede entrar sin la caridad.
Queremos ver a Jesús. Retiro en el Vaticano. ---1974.

Cristianismo - Ficha nro: 115 (ord: 249)
La alegría que nace de la experiencia de un Dios Padre, de un Dios amor, de un Dios eternamente fiel: que cuida de nosotros, nos busca, nos perdona, nos pacifica, nos corrige y nos conduce, nos llama a la santidad y nos envía como apóstoles, nos sella con su amor y nos elige como amigos. ¡Qué bueno es sentir qué Dios nos dice: “Con amor eterno te he curado; por eso he reservado gracia para ti.” (Jer. 31, 3). O sentir que Cristo nos asegura: “El Padre mismo os ama” (Jn. 16, 27). Cristo reza así al Padre: “Que el amor con que tu me has amado esté en ellos y yo en ellos” (Jn. 17, 26). En los momentos difíciles -de oscuridad, sufrimiento, soledad-, cómo nos confortan las palabras de San Juan: “En eso consiste el amor, no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que El nos amó y nos envió a su Hijo como propiciación por nuestros pecados” (1 Jn. 4,10).
Queremos ver a Jesús – Retiro en el Vaticano. ---1974.

Cristianismo - Ficha nro: 122 (ord: 250)
Si no abrazamos con alegría lo absurdo de la cruz, no seremos felices ni fecundos. La alegría verdadera y la fecundidad auténtica provienen de la cruz: “Pues a vosotros se os ha concedido la gracia de que por Cristo no sólo creáis en él, sino también padezcáis por él” (Fil. 1,29).
Queremos ver a Jesús – Retiro en el Vaticano. ---1974.

Cristianismo - Ficha nro: 125 (ord: 251)
En definitiva, la alegría y la paz dependen de esto: de la seguridad de que el Señor está cerca, está adentro, obra incansablemente con el Padre, dio la vida por nosotros, va haciendo con nosotros el mismo camino de cruz y de esperanza: “el Señor está cerca”.
Queremos ver a Jesús – Retiro en el Vaticano ---1974.

Esperanza - Ficha nro: 160 (ord: 252)
Podemos esperar porque el Señor “ha plantado su morada en medio de nosotros”. El Padre lo envió no para condenar el mundo sino para que el mundo se salve por El. Nos apoyamos en el amor del Padre “manifestado en Jesús, Señor nuestro”. (Rom. 8,39).
Queremos ver a Jesus – Retiro en el Vaticano. ---1974.

Espiritualidad - Ficha nro: 186 (ord: 253)
¡Qué hermoso es encontrar una persona que, por más ocupada que esté, tiene siempre tiempo y serenidad para escucharnos, y al salir tenemos la impresión de que ha pasado con nosotros los minutos más felices de su vida!
Queremos ver a Jesús. Retiro en el Vaticano. ---19740000

Espiritualidad - Ficha nro: 197 (ord: 254)
El Señor está en medio de nosotros para hablarnos: hagamos silencio y recibamos su palabra; está en medio de nosotros para comunicarnos su Espíritu: dejémonos llenar de su luz, de su coraje, de su amor: está en medio de nosotros para hacernos Iglesia: sintamos el gusto de vivir en esta hora y experimentemos el gozo y la fecundidad de ser Iglesia en comunión y en esperanza.
Queremos ver a Jesús. Retiro en el Vaticano. ---19740000

Espiritualidad - Ficha nro: 205 (ord: 255)
No siempre es posible irnos al desierto pero es imprescindible instalar el desierto en el corazón. Aún en medio de la intensidad de la tarea, y el diálogo con los hombres, es posible -más aún, es necesario- guardar una zona profunda del alma para escuchar a Dios. Pero lo importante de la oración no es precisamente "entrar en el aposento y cerrar la puerta", podemos hacerlo para evadirnos, refugiarnos, encontrarnos con nosotros mismos. Lo verdaderamente esencial es que "el Padre está allí". Por eso, orar "en lo secreto" significa orar en la intimidad gozosa del Padre.
Queremos ver a Jesús. Retiro en el Vaticano. ---19740000

Espiritualidad - Ficha nro: 223 (ord: 256)
Deseamos y pedimos no tener miedo sin embargo, la experiencia del miedo es muy profunda y humana. La tuvo Cristo en la agonía del huerto: "comenzó a sentir temor y a angustiarse". (Mc. 14, 33). Llama la atención esta profunda experiencia de miedo enJesús que poco antes había exhortado a sus discípulos: "No se turbe nuestro corazón ni se acobarde" (Jn, 14, 27). "Vuestra tristeza se convertirá en gozo" (Jn. 16, 20). "En el mundo tendréis tribulación pero ¡ánimo! Yo he vencido al mundo" (Jn. 16,33). Jesús es profundamente humano; uno de los rasgos más plenamente humanos es el miedo. Pertenece a la esencia de nuestra limitación, a la debilidad de nuestras fuerzas, a la incertidumbre de nuestro futuro. Jesús nos enseña a redimir y valorar nuestro miedo, a hacerlo fecundo y salvador.
Queremos ver a Jesús. Retiro en el Vaticano. ---19740000

Espíritu santo - Ficha nro: 230 (ord: 257)
Necesitamos "la fortaleza del Espíritu Santo". Fuimos consagrados en ella como profetas y testigos. Con ella aprenderemos a saborear la alegría de la cruz, la fecundidad del desprendimiento, la suprema libertad de la pobreza. Nos dará equilibrio y audacia. Nos comunicará seguridad en las armas del Espíritu, el coraje de Dios para vencer la falsa prudencia de la carne y asumir con serena fortaleza las responsabilidades de nuestra misión a Dios y a los hombres. Nos hace ser pobres y sencillos, pero impide que seamos flojos y tengamos miedo. El Señor nos exhorta a ser fuertes: "Tened coraje; yo he vencido al mundo" (Jn. 16,33). "No se turbe nuestro corazón ni tenga miedo" (Jn 14, 1-27) "No os preocupéis... no os inquietéis" (Mt. 6,25 ss).
Queremos ver a Jesús. Retiro en el Vaticano. ---19740000

Humildad - Ficha nro: 252 (ord: 258)
Jesús ama privilegiadamente a los pobres, a los humildes, a los sencillos. Siente el gozo del Espíritu cuando ve en ellos la obra del Padre: "En aquel momento se llenó de gozo Jesús en el Espíritu Santo y dijo: "Yo te bendigo, Padre, Señor del Cielo y de la Tierra, porque has ocultado estas cosas a sabios e inteligentes y se las has revelado a los pequeños. Si Padre, pues tal ha sido tu voluntad (Lc, 10,21)".
Queremos ver a Jesús. Retiro en el Vaticano. ---19740000

Iglesia - Ficha nro: 269 (ord: 259)
La Iglesia, nos dice Pablo vI, salió del Concilio como "servidora de la humanidad". Sintió más que nunca, el hambre del mundo, la angustia, la injusticia, la desesperanza y la violencia de los hombres. Sintió el vivo dolor de la humanidad. Sintió también un llamamiento muy fuerte del Evangelio, la presencia de Jesús, "el buen samaritano"; la exigencia misionera y salvadora del Espíritu. La Iglesia se vuelve redentoramente a los hombres, pero por exigencia de un servicio a Dios, por fidelidad a su plan de redención.
Queremos ver a Jesús. Retiro en el Vaticano. ---19740000

Iglesia - Ficha nro: 272 (ord: 260)
La importante es descubrir la presencia del Cristo pascual en la Iglesia cuando todo resulta demasiado difícil y oscuro. Dios está vivo allí.
Queremos ver a Jesús. Retiro en el Vaticano. ---19740000

Iglesia - Ficha nro: 275 (ord: 261)
Para penetrar en el misterio de la Iglesia se necesita ser pobre y amar mucho. De lo contrario, nos quedamos siempre afuera. Nos aproximamos sociológica e históricamente pero no entramos ni gozamos.
Queremos ver a Jesús. Retiro en el Vaticano. ---19740000

Iglesia - Ficha nro: 276 (ord: 262)
Tendremos una Iglesia nueva cuando haya muchos hombres sencillos y pobres que prefieran desaparecer y morir, que se esfuerzan por meditar la Palabra de Dios y realizarlas que no le tienen miedo a las irresistibles exigencias del Espíritu y que se ponen siempre al servicio generoso y oculto de los hermanos.
Queremos ver a Jesús. Retiro en el Vaticano. ---19740000

Iglesia - Ficha nro: 277 (ord: 263)
¡Queremos ver a Jesús! Si los hombres con frecuencia nos rechazan o rechazan la institución, ¿no será que hemos dejado de transparentar y camunicar a Jesús? En la sencillez del amor fraterno, la comunidad primitiva transmitía una experiencia del Cristo que la poseía.
Queremos ver a Jesús. Retiro en el Vaticano. ---19740000

Iglesia - Ficha nro: 280 (ord: 264)
Una Iglesia en esperanza se construye con gente pobre y de corazón misericordiosos, con hambre de justicia y red de santidad, de corazón limpio y recto, decidida a dejarse perseguir por la justicia y comprometida realmente a trabajar por la paz. Hombres y mujeres nuevos -interiormente cambiados por el Espíritu- nos irán dando una Iglesia renovada para un mundo más fraterno, más justo, más humano. Vivir a fondo las bienaventuranzas no es privilegio de las almas consagradas es responsabilidad de todos los discípulos de Cristo, al menos si han tomado en serio al cristianismo y su compromiso con el mundo.
Queremos ver a Jesús. Retiro en el Vaticano. ---19740000

Iglesia - Ficha nro: 281 (ord: 265)
Es importante subrayar este sentido de corresponsabilidad que fundamenta el diálogo y la intercomunicación entre los diferentes miembros. El ojo no puede decir a la mano "No te necesito". El sacerdote no puede decir a los laicos: "No tengo necesidad de ustedes". El obispo no puede decir a sus sacerdotes: "No os necesito". La comunión de la Iglesia exige la solidaridad de todos y la respuesta generosa de cada uno.
Queremos ver a Jesús. Retiro en el Vaticano. ---19740000

Iglesia - Ficha nro: 286 (ord: 266)
Quizás una de las cosas que más hayan dañado a la Iglesia en estos últimos años haya sido la prisa superficial en ciertos cambios, pero también es cierto que está haciendo mucho daño a la Iglesia el miedo al cambio: es la falta de confianza en el Cristo de la Pascua y miedo a las exigencias del Espíritu.
Queremos ver a Jesús. Retiro en el Vaticano. ---19740000

Iglesia - Ficha nro: 287 (ord: 267)
No se trata de uniformar el Pueblo de Dios, ni de anular los carismas, ni de democratizar la Iglesia. El mismo Señor que nos dio su Espíritu fundó su Iglesia sobre el colegio de los apóstoles que preside Pedro. Cada uno, en el Cuerpo de Cristo que es la Iglesia, debe ser fiel a su carisma y su misión. Todo lo que realiza un miembro de la Iglesia debe ser eclesial, pero no todo lo eclesial debe ser realizado igualmente por cada uno de los miembros de la Iglesia; hay algo que pertenece al obispo, o al sacerdote, o al religioso, y algo que pertenece exclusivamente al laico. Comprometerse directamente en una tarea temporal social, económica o política es, normalmente, una exigencia eclesial para los laicos; para los pastores, la responsabilidad eclesial es otra; -descubrir, respetar y alentar los carismas diferentes (cfr LG 12).
Queremos ver a Jesús. Retiro en el Vaticano. ---19740000

Iglesia - Ficha nro: 290 (ord: 268)
San Pablo escribe a una comunidad dividida y en dolorosas tensiones: a) por liderazgos: Pablo, Apolo, Cefas, Cristo... (cfr 1 Cor 1). "¿Acaso Cristo está dividido?¿Acaso fue Pablo crucificado por nosotros?". Este partidismo en la Iglesia existió siempre y sigue haciendo mucho daño en ella. Sólo vale la pena seguir a Cristo, escuchar a Cristo, morir por Cristo. b) por estados: matrimonio y virginidad (1 Cor 7); c) por carismas: (1 Cor. 12) Es una situación muy frecuente y dolorosa en nuestra Iglesia. Hay personas que creen poseer la plenitud del carisma, que se sienten dueños de la verdad y de Jesucristo, campeones de la fe y de la ortodoxia. Son personas con quienes es imposible convivir ni dialogar, porque son la negación misma de la comunión. Es esencial a la Iglesia la Koinonía.
Queremos ver a Jesús. Retiro en el Vaticano. ---19740000

Iglesia - Ficha nro: 291 (ord: 269)
"Christi populus non potest scindi" (San Cipriano. De VE 7). "El Pueblo de Cristo no puede ser dividido". Existen tensiones positivas en la Iglesia que hacen crecer el Cuerpo de Cristo hasta su madurez. pero existen también tensiones inútiles y negativas (que proceden de la superficialidad y del egoisimo) que destruyen o paralizan la Iglesia. Nadie puede afirmar que sólo él vive la plena fidelidad al Evangelio. La comunión supone un gran despojo y olvido de sí mismo, un radical sentido de pobreza, una cierta inseguridad personal que nos lleva a rezar, a consultar, a pedir ayuda.
Queremos ver a Jesús. Retiro en el Vaticano. ---19740000

Iglesia - Ficha nro: 294 (ord: 270)
El misterio esencial de la Iglesia -su riqueza y fecundidad- es este: la Iglesia es "el sacramento de Cristo". Es decir, el signo y el instrumento de su presencia salvadora. Como "signo", por una parte, lo muestra y lo comunica (es la grandeza de la Iglesia); por otra, lo oculta (son los límites de la Iglesia) hasta la perfecta manifestación del Misterio. No tiene entonces por que escandalizarnos la oscuridad y la miseria, la pobreza y el pecado, en la Iglesia del tiempo. Es esencial a su condición, sacramento de signo: que por una parte, revela, y por otra parte vela. Es necesario sin embargo, asumir cada cual su propia responsabilidad de purificación, renovación y cambio.
Queremos ver a Jesús. Retiro en el Vaticano. ---19740000

Jesucristo - Ficha nro: 301 (ord: 271)
Existe el peligro de querer acomodar la imagen de Jesús a nuestro esquema. Por eso el interés en presentar a Cristo como un contestatario o agresivo, o revolucionario. Cristo es el Hijo de Dios que ha venido al mundo para salvar íntegrmente a todos los hombres y pueblos. Para reconciliar al mundo con el Padre y comunicarle su vida.
Queremos ver a Jesús. Retiro en el Vaticano. ---19740000

Jesucristo - Ficha nro: 302 (ord: 272)
Con dolorosa frecuencia, los hombres, sobre todo los jóvenes, aceptan a Cristo, pero rechazan a la Iglesia. Significaría entonces que ha dejado de ser "signo". Por nuestra parte, deberíamos preguntarnos, con sinceridad ante Dios, si nuestra persona transmite a Cristo, es decir si nuestra alegría y nuestra esperanza pascuales comunican verdaderamente al "Cristo esperanza de la gloria".
Queremos ver a Jesús. Retiro en el Vaticano. ---19740000

Jesucristo - Ficha nro: 303 (ord: 273)
Es feliz el hombre que encuentra a Jesús (o se deja encontrar por Él, como Zaqueo, la Samaritana, Saulo de Tarso) y se entrega totalmente a Él. Es feliz el hombre que cree inmediatamente en el llamamiento y lo acepta con rápida alegría; "Venid y veréis" ("Fueron pues, vieron dónde vivía y se quedaron con Él aquel día" (Jn 1, 39). Cuando Dios entra inesperadamente, le exige todo, pero lo hace inmensamente feliz. Así fue feliz María. Así lo somos nosotros en ella.
Queremos ver a Jesús. Retiro en el Vaticano. ---19740000

Jesucristo - Ficha nro: 305 (ord: 274)
Nos hace bien pensar en lo humano de Jesús, Jesús padece, como nosotros, el cansancio y la soledad, la tristeza, el miedo y la angustia. Se estremece ante la cruz. Quizás convenga que recordemos algunos textos: "Jesús, como se había fatigado del camino, estaba sentado junto al pozo" (Jn. 4,6). "Comenzó a sentir tristeza y angustia" (Mt. 26,37). "Comenzó a sentir pavor y angustia" (Mc. 14,33). "Sumido en agonía, insistía más en su oración. Su sudor se hizo como gotas espesas de sangre que caían en tierra" (Lc. 22,44)
Queremos ver a Jesús. Retiro en el Vaticano. ---19740000

Jesucristo - Ficha nro: 307 (ord: 275)
A los jóvenes no les interesa un Dios lejano o insensible a la historia de los hombres. Les interesa en cambio, el mensaje y la presencia de un Dios que se hizo carne y plantó su morada entre nosotros (Jn. 1,14), se hizo en todo semejante a nosotros, excepto en el pecado (Hebr. 4,15), y nos invita ahora a vivir en la alegría y la fecundidad del amor a Dios y a los hermanos.
Queremos ver a Jesús. Retiro en el Vaticano. ---19740000

Jesucristo - Ficha nro: 308 (ord: 276)
Jesús no vino para ser un revolucionario político o un agitador de masas; Jesús vino para darnos vida en abundancia, para hacernos inmensamente felices en el conocimiento experimental de la Buena Nueva del Reino, para arrancarnos de la exclavitud del pecado y de la muerte, para hacernos definitivamente libres. (Gl 5,1).
Queremos ver a Jesús. Retiro en el Vaticano. ---19740000

Esperanza - Ficha nro: 169 (ord: 277)
Uno de los signos trágicos del momento que vivimos en el mundo es la falta de esperanza; hemos perdido la confianza en el hombre (tal vez también en Dios) y nos deleitamos descubriendo los aspectos negativos. No se trata de ser ingenuos o superficiales (“Todo va bien”) sino ser profundamente realistas (“hemos sido salvados en la esperanza”: Rom. 8, 24). Esta falta de esperanza se da también dolorosamente en el interior de la Iglesia, o porque nos instalamos en el tiempo, perdiendo la perspectiva de lo eterno, o porque nos evadimos del tiempo, haciendo de la esperanza una espera pasiva y ociosa, una simple resignación negativa o porque nos dejamos invadir por el pesimismo, nos paraliza el miedo y no podemos superar “el escándalo de la cruz”. En el fondo no vemos que Cristo resucitó y vive.
Queremos ver a Jesús – Retiro en el Vaticano. ---1976

Iglesia - Ficha nro: 292 (ord: 278)
En el interior mismo de la Iglesia -prototipo hasta ahora de lo sagrado e intangible, de lo único verdaderamente sólido y estable- se introduce la contestación y la crítica, la desunión entre los cristianos, el riesgo del secularismo y la politización del Evangelio, la desorientación de muchos, la pérdida de la propia identidad en la vida consagrada, el peligro de quebrar la unidad en la doctrina y la disciplina. ¡Y todo en nombre de Jesucristo y por fidelidad a su Evangelio!
Meditación para tiempos difíciles ---19761200

Apostolado - Ficha nro: 51 (ord: 279)
Hubo un momento en que los movimientos apostólicos se desentendieron de las realidades temporales o las ubicaron en segundo plano, como si la tarea evangelizadora no las alcanzara directamente. Luego hubo un momento de radicalización social-política que vació de eficacia evangélica el compromiso de los laicos. Quizás más que nunca habría que predicar hoy la esperanza: que es camino y compromiso, actividad creadora y trascendencia.
Dialogo con Laicos - Bogotá ---22-2-85

Apóstol - Ficha nro: 46 (ord: 280)
Todo apóstol auténtico - sacerdote o laico - se distingue por una honda serenidad, una suave alegría y una invencible paciencia.
Sabe inquietarse sin perder la paz, compartir la angustiasen perder el optimismo y la esperanza. Porque tiene fe en estas tres afirmaciones de Jesús:
- 'Yo os he llamado a vosotros' (seguridad de su vocación divina)
-' Yo estoy con vosotros' ( presencia actual de Cristo en él)
- 'Yo he vencido el Mundo' ( victoria definitiva de Cristo en él)
Cristo elige al militante que ama desde toda la eternidad con amor de predilección. Este amor es esencialmente operativo: crea e infunde las cualidades humanas y las virtudes sobrenaturales en el militante. Concretamente, lo sella con la gracia y con el carácter y este doble sello exige luego frecuentes dones divinos, necesarios para la misión concreta a que p tiene destinado.
Rev. Notas de Pastoral locista Julio ---Agosto 1958

Esperanza - Ficha nro: 167 (ord: 281)
Otra dificultad sería, para los tiempos difíciles, es la conciencia derrotista de que es imposible superarlos. Es la pérdida fundamental de la esperanza. La tiene el político y el religioso, el hombre maduro y el adolescente, el joven obrero y el universitario. Santo Tomás define el objetivo de la esperanza como un bien futuro, arduo pero posible de alcanzar (S. Th. I-II q.40 a.1; II-II q.17 a.1).
Meditación para tiempos difíciles. ---Dic 1976

Crisis - Ficha nro: 107 (ord: 282)
Los tiempos difíciles pueden perder el equilibrio. Pero la falta de equilibrio agrava todavía más la dificultad de los tiempos nuevos. Porque se pierde la serenidad interior, la capacidad contemplativa de ver lejos y la audacia creadora de los hombres del Espíritu. Cuando falta el equilibrio aumenta la pasividad del miedo o la agresividad de la violencia.
Meditación para tiempos difíciles ---Dic 1976.

Crisis - Ficha nro: 108 (ord: 283)
Interesa, sobre todo, ver cómo Cristo venció los tiempos difíciles. Porque lo importante en El es que no vino a suprimir los tiempos difíciles sino a enseñarnos a superarlos con serenidad, fortaleza y alegría. Como no vino a suprimir la cruz, sino a darle sentido.
Meditación para tiempos difíciles ---Dic 1976.

Crisis - Ficha nro: 109 (ord: 284)
Las bienaventuranzas son ahora el único modo de cambiar el mundo y la manifestación clara de que los tiempos difíciles pueden convertirse en tiempos de gracias: “Este es el tiempo favorable, este es el día de la salvación” (2 Cor. 6,2).
Meditación para tiempos difíciles. ---Dic 1976.

Crisis - Ficha nro: 110 (ord: 285)
Los tiempos difíciles se vencen siempre con la plenitud del amor, la fecundidad de la cruz y la fuerza transformadora de las bienaventuranzas evangélicas.
Meditación para tiempos difíciles. ---Dic 1976.

Crisis - Ficha nro: 112 (ord: 286)
Son tiempos difíciles y humanamente absurdos. Pero hay que saber descubrir, saborear y vivir con intensidad la fecundidad providencial e irrepetible de esta hora. No es la hora de los débiles o cobardes –de los que han elegido a Cristo por seguridad de salvación o recompensa del premio- sino de los fuertes y audaces en el espíritu. De los que han elegido al Señor por el honor de su nombre, la alegría de su gloria y el servicio a los hermanos. Es la hora de los testigos y los mártires. Que no nos asusten los sufrimientos; quedan iluminados en la esperanza de los tiempos nuevos: “pienso que los sufrimientos del tiempo presente no pueden compararse con la gloria futura que se manifestará en nosotros” (Rom. 8, 18).
Meditación para tiempos difíciles. ---Dic 1976.

Esperanza - Ficha nro: 159 (ord: 287)
La esperanza cristiana nace de lo inevitable y providencialmente absurdo de la cruz. “Era necesario pasar todas las cosas para entrar en la gloria” (Lc. 24,26).
Meditación para tiempos difíciles. ---Dic 1976.

Esperanza - Ficha nro: 165 (ord: 288)
Unicamente sabe esperar bien el contemplativo. Porque la ilusión de lo inmediato puede hacernos perder la realidad de lo profundo y la presencia de lo definitivo. La esperanza es eso: la fruición anticipada de lo futuro. Como la eternidad será la fruición definitiva de lo esperado.
Meditaciones para tiempos difíciles. ---Dic 1976.

Esperanza - Ficha nro: 173 (ord: 289)
La esperanza exige fortaleza: para superar las dificultades, para asumir la Cruz con alegría, para conservar la paz y contagiarla, para ir serenos al martirio. Nunca ha sido virtud de los débiles o privilegio de los insensibles, ociosos o cobardes. La esperanza supone lo arduo, lo difícil, aunque posible (Santo Tomás). No existe esperanza de lo fácil o evidente. “Cuando se ve lo que se espera, ya no se espera más, pues ¿cómo es posible esperar una cosa que se ve? En cambio, si esperamos lo que no vemos, lo esperamos con constancia” (Rom. 8,24-25).
Meditaciones para tiempos difíciles. ---Dic 1976.

Esperanza - Ficha nro: 176 (ord: 290)
La primera condición para esperar de veras es ser pobre. Sólo los pobres –que se sienten inseguros en sí mismos, sin derecho a nada, ni ambición de nada- saben esperar. Porque ponen en sólo Dios toda su confianza. Están contentos con lo que tienen.
Los verdaderos pobres no son nunca violentos, pero son los únicos que poseen el secreto de las transformaciones profundas. Tal vez esto parezca una ilusión. No lo es si nos ponemos en la perspectiva del Plan del Padre, incomprensible para nosotros y de la acción del Espíritu Sant. No olvidemos que los frutos del Espíritu son amor, alegría, paz. (Gal. 5, 22).
Meditación para tiempos difíciles. ---Dic 1976.

Esperanza - Ficha nro: 178 (ord: 291)
Hoy hacen falta, más que nunca, profetas de esperanza. Verdaderos profetas -hombres enteramente poseidos por el Espíritu Santo- de una esperanza verdadera. Es decir, hombres desisntalados y contemplativos que saben vivir en la probreza, la fortaleza y el amor del Espíritu Santo, y que por eso se convierten en serenos y ardientes testigos de la Pascua. Que nos hablan abiertamente del Padre, nos muestran a Jesús y nos comunican el don de su Espíritu. Hombres que saben saborear la cruz como San Pablo (Gal. 6,14; Col. 1,24) y por eso se arriesgan a predicar a sus hermanos que la única fuerza y sabiduría de Dios está en Cristo crucificado (1 Cor. 1, 23-24). La sabiduría y potencia de los hombres no cuentan: sólo cuentan la fecundidad de la cruz. Todo lo demás es necedad y fracaso en lo definitivo de Dios. Cristo se ha hecho para nosotros "sabiduría y justicia, santificación y redención" (1 Cor. 1,30).
Meditación para tiempos difíciles ---Dic. 1976.

Confirmación – Bautismo - Ficha nro: 105 (ord: 292)
El carácter de la Confirmación es una potencia mitad activa (capacita para testificar casi oficialmente la fe) y mitad pasiva (dispone para recibir otros sacramentos, en el especial el Orden).
El carácter del Bautismo es una potencia principalmente pasiva (dispone para recibir todos los actos y beneficios del culto) pero secundariamente activa (capacita para ser un ministro válido del matrimonio y para ofrecer litúrgicamente la Misa).
Todo carácter participa, así, de los dos movimientos de la mediación cultural de Cristo descendente… y ascendente.
Rev, Notas de Pastoral Jocista. ---Jul-Ago 1953.

Apostolado - Ficha nro: 56 (ord: 293)
No importa que el horizonte esté cerrado ahora . No importa que su misión personal haya fracasado por el momento. (Nunca una misión, aún individual, fracasa para siempre). No importa que la misión de una sección o de todo el movimiento fracase parcialmente. Nunca fracasa el todo de la Iglesia. Cristo nunca nos prometió el triunfo definitivo en la tierra. Esencialmente la condición de nuestra Iglesia es de lucha y crucifixión; y nuestra actual situación es de soldados y de mártires. Y aunque la victoria final será nuestra, no son todos los combates, ni quedan siempre intactas nuestra fuerzas.
Rev. Notas de Pastoral Jocista ---Julio- Agosto 1953

Cristianismo - Ficha nro: 128 (ord: 294)
Hay demasiada confusión entre nosotros. La hay en el mundo entero. Confusión de ideas y principios. Confusión de métodos y acción. Todos estamos buscando, sin ver todavía claro. Y todos buscamos con la misma fidelidad al Señor, con el mismo amor a la Iglesia, con el mismo deseo de interpretar bien el momento a los hombres.
El Espíritu Santo y la Iglesia en América Latina. ---Junio 1969.

Diálogo - Ficha nro: 145 (ord: 295)
Dialogar no es simplemente escuchar (aunque lo hagamos con sinceridad y cariño). Dialogar es entrar, en cuanto sea posible, en el pensamiento y el corazón del otro. Es, en cierto sentidos, asumir generosamente al otro. Para ello hace falta ser pobre, desprenderse y aprender a morir. Lo cual no es fácil, aunque lo querramos de veras.
El Espíritu Santo y la Iglesia en América Latina. ---Junio 1969.

Carácter - Ficha nro: 93 (ord: 296)
Esto supone intransigencia frente al mal: en nosotros mismos y en los demás. También supone tenacidad y perseverancia en el bien. Superación de las dificultades. Ser varón. No desfallecer ante el fracaso aparente. No rendirse ante la acusación o la calumnia. La firmeza confiere dignidad a la humildad o a la obediencia.
Notas de Pastoral Jocista. ---Mar-Abr 1956.

Caridad - Ficha nro: 95 (ord: 297)
La firmeza de carácter es necesaria para la corrección fraterna que es uno de los actos exteriores de la caridad que fácilmente eludimos por comodidad o por cobardía. La corrección fraterna es una obligación aún con nuestros superiores (II-II, q. 33 a.4). La verdadera amistad, la verdadera obediencia, exige que la hagamos.
Notas de Pastoral Jocista. ---Mar-Abr 1956.

Caridad - Ficha nro: 97 (ord: 298)
La caridad nos exige tener la sensibilidad despierta a los problemas de los demás. Saber acercarnos a ellos, descubrir sus problemas, compartirlos, iluminarlos, solucionarlos.
Notas de Pastoral Jocista. ---Mar-Abr 1956.

Confesión - Ficha nro: 103 (ord: 299)
La palabra dicha en la confesión tiene que ser la personal respuesta de Dios a esta criatura atribulada. ¡Qué vacíos resultan los consejos universales que sirven lo mismo (o mejor, no sirven) para la mujer que para el hombre, para tiempo de revolución que para tiempo de bonanza! No se trata de decir mucho, sino decir lo justo.
Notas de Pastoral Jocista. ---Mar-Abr 1956.

Alegría - Ficha nro: 4 (ord: 300)
Hay una exacta correspondencia entre la plenitud de la gracia y la perfección del gozo: María Santísima es, por eso, 'la llena de gracia' y ' la causa de nuestra alegría'. También hay una exacta correspondencia entre la serenidad interior-plena posesión de sí mismo- y la alegría.
Notas de Pastoral Jocista ---Marzo - Abril 1958

Alegría - Ficha nro: 8 (ord: 301)
La verdadera alegría es riqueza interior, plenitud de vida, posesión perfecta de sí mismo.-
Nota de pastoral Jocista. ---Marzo - Abril 1958

Alegría - Ficha nro: 13 (ord: 302)
'La alegría nos es dispersión, disipación o bullicio. Eso indica el vacío interior y lo produce. Las almas dispersas o agitadas pueden ser 'divertidas'( en el sentido de 'adaptarse' o ' quebrarse' ) pero no alegres. La verdadera alegría va siempre precedida del silencio y lo desea'.
Notas de Pastoral Jocista ---Marzo Abril 1958

Apostolado - Ficha nro: 72 (ord: 303)
El mundo actual está hambriento de estos frutos del Espíritu: caridad, gozo y paz, Vive asqueado de su egoísmo, de su tristeza y de su agitación. Reclama urgentemente un poco más de unidad, de alegría y de serenidad. Un auténtico apóstol de los tiempos modernos es el que sabe acercarse a su mundo para comunicar los preciosos frutos del Espíritu: darle la alegría de la fe, la serenidad de la esperanza y la unidad del amor en Cristo. Darle la seguridad de que Dios está en medio de los hombres y preside sus destinos, hacerle sentir la eficaz presencia de Cristo en el corazón de su época. Llenarlo del optimismo de la victoria final por la fe.
Notas de Pastoral Jocista ---May - Jun. 1953

Alegría - Ficha nro: 23 (ord: 304)
El sacramento de la unidad y de la paz es también el sacramento de la alegría. Nuestra mejor apologética es la sustancial alegría de la gracia: que crean en nuestra alegría y que se sientan contagiados en ella.

Un alma que vive a fondo su gracia tiende necesariamente a hacer más alegres y optimistas a los demás. La gracia que nos configura e Cristo en su cruz en una gracia de plenitud de gozo. Solamente las almas interiores y crucificadas tienen derecho a la alegría. Y la alegría está en proporción directa de la profundidad de su gracia y de la intensidad de su Cruz.

Notas de Pastoral Jocista ---May-Jun-1953

Cristianismo - Ficha nro: 116 (ord: 305)
Para el cristiano no puede haber una tarea puramente “profana”. Tampoco un “momento” puramente profano. Cada minuto de tiempo señala una nueva perspectiva del plan eterno de Dios sobre su vida. Cada hora es su hora o la hora de su misión y de su entrega. Por eso importa iluminarla en la fe y vivirla con generosidad.
Notas de Pastoral Jocista ---Mayo Junio 1956.

Cristianismo - Ficha nro: 118 (ord: 306)
La misión de los cristianos hoy es volver a poner a Dios en el ritmo de la historia. Volver a ponerlo en la economía, en el derecho, en la cultura, en la política. En la vida profesional, social o familiar, en una palabra, en el campo de las tareas temporales. El gran pecado de hoy es haberlo ausentado a Dios de las tareas temporales y haberlos profanizado a todos.
Notas de Pastoral Jocista ---Mayo Junio 1956.

Esperanza - Ficha nro: 155 (ord: 307)
Yo espero con la esperanza de todos mis hermanos. Pueden fracasar nuestros proyectos personales y nuestras obras: pero no fracasa nunca el plan de Dios y la construcción progresiva de su Reino.
Notas de Pastoral Jocista. ---Mayo Junio 1958.

Esperanza - Ficha nro: 172 (ord: 308)
Esperanza no quiere decir insensibilidad, indiferencia o irrealismo. La presencia del mal en el mundo –en nosotros mismos y en los demás- no puede dejarnos insensibles. Hay angustias humanas en cierta manera legítimas: sufrimientos, enfermedades, separación, muerte, sensación experimental de nuestra miseria.
Lo ideal no es suprimir la sensibilidad del dolor, sino ubicarlo dentro del plan de Dios. Sobre todo, no se puede suprimir la sensibilidad frente al dolor ajeno.
Por más que amemos la Cruz y la deseemos, seguirá siéndonos humanamente pesada.
Tampoco puede confundirse esperanza con indiferencia. La indiferencia es una especie de negación y de vacío; la esperanza es una riqueza interior y una valoración positiva.
Notas de la pastoral jocista. ---Mayo Junio 1958.

Esperanza - Ficha nro: 174 (ord: 309)
Nada se opone tanto a la esperanza como la quietud pasiva o la tonta resignación o la perezosa indiferencia. La esperanza es una virtud activa, supone expectación positiva, utilización de medios, esfuerzo, superación y conquista. ¡Cuán lejos de la esperanza la inercia de ciertos cristianos que escapan al tiempo bajo pretexto de que son para la eternidad! La esperanza es una liberación interior. Es un desprendimiento de los bienes temporales, pero no una negación o indiferencia. Se puede pecar contra la esperanza de dos maneras: instalarnos en el tiempo, perdiendo la perspectiva de la eternidad y evadirnos del tiempo con una resignación pasiva y perezosa.
Notas de pastoral jocista. ---Mayo junio 1958.

Esperanza - Ficha nro: 175 (ord: 310)
La esperanza es siempre una tensión hacia el futuro, una liberación interior, una cierta posesión inicial que marcha hacia la consumación.
La esperanza es una tensión serena hacia el futuro. Por ser tensión es movimiento y lucha, actividad, superación y combate. El objeto de la esperanza es un bien futuro, posible y arduo. Es una tendencia de amor producida por la atracción del bien y por la permanente insatisfacción del sujeto. En este sentido es bueno vivir hacia el futuro, pero hacia un futuro que es ya dado inicialmente y que se va realizando en el presente.
Notas de pastoral jocista. ---Mayo junio 1958.

Esperanza - Ficha nro: 166 (ord: 311)
La esperanza está íntimamente conectada con la alegría- “La alegría procede también de la esperanza” (II – II, 28, 1, 2 um). Como su contrario –la desesperación- está íntimamente conectada con la tristeza o desgano o depresión espiritual. Los que viven en la tristeza fácilmente caen en la desesperación (II – II, 20, 4). Hay una causalidad mutua entre ambas realidades sobrenaturales: la esperanza engendra gozo y el gozo alimenta la esperanza.
Notas de Pastoral Jocista. ---Mayo Junio 1958..

Esperanza - Ficha nro: 163 (ord: 312)
Para el mundo de hoy –tan sumido en la tristeza y en el desaliento- los sacerdotes debemos ser los permanentes testigos de la alegría y de la esperanza. Lo seremos en la medida de nuestra liberación interior.
Notas de la Pastoral Jocista. ---Mayo – Junio 1958.

Cruz - Ficha nro: 138 (ord: 313)
Pedir la Cruz es temeridad; desearla por sí misma es estoicismo: tener hambre de ella por Amor es suprema sabiduría.
Notas de Pastoral Jocista ---Nov Dic 1957.

Autenticidad - Ficha nro: 83 (ord: 314)
Empezar aceptando nuestra debilidad. No hay pero orgullo que el no querer ser miserable, obre esta debilidad nuestra construirá el Espíritu su obra. 'Con sumo gusto me gloriaré en mis flaquezas, para que la fuerza de Cristo habite en mí. Cuanto más débil, más fuerte soy'. (Icor. 12,9-10)
Notas de Pastoral Jocista ---Nov.Dic. 1957

Apostolado - Ficha nro: 60 (ord: 315)
Cada uno de nosotros es enviado, como el Bautista, para dar testimonio de la Cruz. Pero no somos la Cruz: Non eral itóe lux. Para señalar con el dedo a Jesús y enviar las gentes a Cristo, pero no somos el Cristo: Non sum ego Christus. Es necesario acordarse de esto - que somos antorcha y no luz, que clama y no el Cristo - para no desanimarnos cuando nuestra iluminación no alcanza a quebrar todas las tinieblas o cuando nuestra voz se pierde vagamente en el desierto.
Notas Pastoral Jocista Sel ---Oct-1953

Apostolado - Ficha nro: 73 (ord: 316)
El mundo se muere de asfixia, dice el Papa, porque se ha olvidado de rezar. También nosotros nos contagiamos frecuentemente de esa fiebre de movimiento que constituye la herejía de la acción. Nuestra acción resulta así una lamentable dispersión y un cansancio estéril. ¡Qué triste es vaciamos y consumimos sin conseguir nada! Reproducimos con frecuencia la escena del Evangelio; 'Maestro, hemos trabajado toda la noche y no hemos pescado nada'. Hay ausencia de Jesús en esa acción mecanizada y aturdidora (tan mecanizada y aturdidora que sufrimos desgarramiento cuando no actuamos y padecemos angustiosamente la soledad y el silencio de la oración, del estudio o de la inactividad impuesta y forzosa.
Notas de Pastoral Jocista ---Set - Oct 1953

Apostolado - Ficha nro: 81 (ord: 317)
A veces somos duros sin corazón y a veces somos blandos sin firmeza . En ambos casos faltamos a la caridad y a la justicia: porque nuestra misión apostólica es un compromiso oficial que hemos aceptado ante Dios y ante nuestro pueblo. Jesús perdonó a la adúltera y comió con Zaqueo. Pero Heredes la llamó 'zorro' y a los fariseos 'sepulcros blanqueados'. Nuestra condición de auténticos testigos de la verdad no nos permite callar: ' El callar es consentir, cuando puedes y debes reprender; y sabemos que está reservada la misma pena para los que obran mal que para los que la consienten 'predica San Bernardo.
Notas de Pastoral Jocista ---Set -Oct-1953

Acción - Ficha nro: 3 (ord: 318)
Nos contagiamos frecuentemente de esa fiebre de movimiento que constituye la herejía de la acción. Nuestra acción resulta así una lamentable dispersión y un cansancio estéril. ¡Qué triste es vaciarnos y consumirnos sin conseguir nada! Reproducimos con frecuencia la escena del evangelio: Maestro, hemos trabajado toda la noche y no hemos pescado nada. Hay ausencia de Jesús en esa acción aturdidora y mecanizada.
Nota de pastoral Jocista ---Set.- Oct.1953

Apostolado - Ficha nro: 59 (ord: 319)
Tres tentaciones:

Naturalismo: convertir el apostolado en un problema de métodos. Ciertamente es 'casi una ciencia'-como dice el Papa, pero es una ciencia divina. No confiar excesivamente en la técnica. No evadirnos por aparente o real carencia de dotes humanas. No apurar la hora de Dios para la transformación definitiva de un alma a la formación total de un apóstol. :

Impaciencia: Querer formar 'muchos' o 'demasiado pronto'. Es tarea larga y sobrenatural paciencia. Tarea de Dios. Confiar en al gracia. No violentar las almas. :

Desaliento: Tienen que sobrevenir los fracasos. Pero todo lo que se hace sobrenaturalmente y con plenitud de entrega es infaliblemente fecundo. Nunca fracasa del todo. Un sacerdote puede morir habiendo aparentemente fracasado: su fracaso aparente es fecundidad sobrenatural para otros.

Notas de Pastoral Jocista ---Set.-Oct. 1957

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19 - 04 - 2024
04:40 hs.
Frases seleccionadas del Cardenal Eduardo Pironio
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